(Agencias/InfoCatólica) Tres meses han pasado de la nominación de Laurent Stefanini, jefe de protocolo de la presidencia francesa, al puesto vacante de embajador ante la Santa Sede.
El plazo de tres meses es inusualmente largo, cuando en realidad la respuesta en estos casos no suele superar el mes y medio de espera. En caso de rechazo, el Vaticano jamás hace explícita su decisión.
«Laurent Stefanini es uno de nuestros mejores diplomáticos, es por eso que lo nominamos. Esperamos la respuesta al pedido de aceptación», indicó una fuente de la Presidencia francesa a la agencia de noticias AFP.
El gobierno de François Hollande no quiere de momento proponer a otro candidato, ya que estima que Laurent Stefanini es la persona idónea para el cargo. El propio Stefanini ha declarado abiertamente su condición homosexual. Formado en la elitista Escuela Normal de Administración (ENA), es un experto en la iglesia católica. Fue el número 2 de la embajada francesa ante el Vaticano entre 2001 y 2005.
No es el primer conflicto diplomático entre París y el Vaticano por estas razones. Del 2007 al 2008, el puesto diplomático estuvo vacío, tras el rechazo de Benedicto XVI a aceptar al escritor Denis Tillinac, divorciado que volvió a casarse y después ocurrió lo mismo con Jean-Loup Kuhn-Delforge, también abiertamente homosexual.