(Última Hora) Meciendo las tradicionales palmas con ruda y romero, miles de cristianos acudieron ayer desde muy temprano a las capillas, parroquias y santuarios católicos de todo el país, para representar, según las escrituras, la entrada de Jesús a la antigua Jerusalén montado sobre un burro. De esta manera se inicia la Semana Santa, con la bendición del pindó.
La tradicional procesión de Cristo no pudo realizarse en algunos templos por la pertinaz llovizna para no exponer a la humedad las imágenes sacras. Sin embargo, el clima otoñal no detuvo a los fieles que puntualmente acudieron a la celebración del Domingo de Ramos.
El arzobispo de Asunción, previo a la homilía, pidió a los devotos que bajaran sus ramos como símbolo de protesta por las situaciones que atraviesan «el pueblo y la Iglesia pecadora».
«Bajamos las palmas por toda la injusticia, la mentira, el robo, los asaltos; bajamos nuestras palmas por todo lo que hay de inhumanidad y por el atropello a la dignidad de la personas; por el abandono de muchos niños, por la cantidad de abortos y por miles de presos que están en las cárceles con prisión preventiva», exhortó monseñor Valenzuela en la explanada de la Catedral Metropolitana.
El arzobispo pidió a los fieles reflexionar sobre cada uno de los personajes bíblicos que fueron protagonistas de la Pasión y Muerte de Jesús.
«Debemos identificarnos con Jesús, quien asumió su misión de entrega por nosotros los pecadores», afirmó el prelado, recordando que como Pedro hay muchos que siguen a Jesús, pero que lo niegan; hay Marías Magdalenas que se arrepienten y encuentran en Jesús una nueva vida.
Mons. Valenzuela también mencionó a los sacerdotes, al pagano que se convirtió al cristiano, al ladrón bueno y al malo y a los soldados que se burlaron de Jesús como ahora muchos hacen con los pobres.
De todos los personajes bíblicos, don Edmundo se centró en la actitud de Poncio Pilatos, comparándolo a este con los jueces que resuelven la prisión preventiva de una persona que espera por años una condena.
Estadística espeluznante
«Tenemos una estadística espeluznante en relación a cómo los jueces condenan a prisión preventiva a las personas. Hay 1.700 presos en las cárceles, cualquiera puede ser condenado a la prisión y las cárceles están llenas. Este es el nuevo Pilatos que condena a tantos inocentes y pobres, esta prisión preventiva constituye el 68% de los presos en las cárceles, solo el 32% está con su proceso judicial para la condena», manifestó el religioso.
Sostuvo que esta injusticia solo trae más violencia y pidió a los fieles abrir sus corazones en estos días santos.