(Fides) El primado de la Iglesia católica oriental con el mayor número de fieles en Siria presidió el pasado lunes, 16 de marzo, una vigilia de oración por la paz en la Catedral de la Asunción de María, en Damasco, a la que han asistido representantes y delegaciones de todas las comunidades católicas y ortodoxas damascenas. «Hemos compartido cantos y oraciones de penitencia y de paz», explica el Patriarca, «mostrando a todos, también de esta forma, que los cristianos son los verdaderos promotores de la paz en Siria».
En opinión de Gregorio III, la manera de promover la paz que la Iglesia debe indicar constantemente «a todos los hombres de buena voluntad» es el de la oración y el apoyo ofrecido a todo lo que pueda ayudar a detener el flujo de armas que causan derramamiento de sangre en Oriente Medio.
«El 7 de septiembre de 2013», recuerda el patriarca melquita, «el Papa Francisco llamó al mundo a la gran oración por la paz, y las naves de guerra que ya estaban en movimiento, retrocedieron. En los últimos días, mientras estábamos orando, se ha extendido la noticia de que los países occidentales quieren reabrir las conversaciones con Assad. Ahora bien, esta es la vía más realista a seguir, si realmente se quiere la paz. Los grupos que aterrorizan a nuestra gente no habrían tenido tanta fuerza sin la ayuda y las armas de recibidas de otras naciones y grupos de poder».
«Por esto», continúa el patriarca Gregorio, «hago un llamamiento al Papa Francisco y a todas las Iglesias y comunidades cristianas, para que los dos mil millones de cristianos en todo el mundo, a una sola voz, se hagan promotores de un plan de ruta concreto y realista para pedir a todas las fuerzas en acción que dejen de lado sus propios cálculos de poder y todas las causas que alimentan la guerra. Sólo entonces el sufrimiento de nuestro pueblo terminará».