(Catholic Herald/InfoCatólica) El cardenal ha hecho dicha revelación en una entrevista en la que defiende su estilo de vida -criticado por la prensa italiana- desde que se retiró de la Secretaría de Estado.
Preguntado sobre si se sorprendió por la renuncia de Benedicto XVI, el cardenal responde:
«Lo sabía pero decidí no pensar en ello. Lo supe siete meses antes. Y yo tenía muchas dudas. Debatimos sobre tema en detalles después de que parecía que ya se había decidido. Le dije: "Santo Padre, tiene que darnos el tercer volumen sobre Jesús de Nazaret y la encíclica sobre la fe, que luego firmó el papa Francisco"».
El cardenal añade que «no fue fácil mantener el secreto. El Papa meditó y reflexionó profundamente con Dios acerca de su decisión».
El prelado habla también sobre el apartamento en el que vive, su proceder en el caso del banco del Vaticano y su actual relación con el Papa y el papa emérito.
Sobre su relación con el papa Francisco, asegura que es muy positiva: «Cuando se produjeron las primeras críticas sobre el apartamento, él me llamó y me dijo: "Mira, no tengo nada contra el hecho de que vaya a vivir en la tercera planta del palacio de San Carlo". Debe decirse que existía un proyecto previo para constuir una terraza que no era lo que yo quería. La terraza, que tiene vistas a Roma, se hizo para todos los que viven en el edificio, no para uso personal de nadie»
El cardenal también desmiente que se produjera un mal manejo de fondos durante su administración del Banco Vaticano ya que actuó de acuerdo con el comité que supervisó el banco y no fue ni «títere ni déspota». Cada decisión que tomó, afirma, fue «en conformidad con el Santo Padre».
El purpurado italiano explica también que ve a Benedicto XVI «de vez en cuando. Hablamos por teléfono y me invita a almorzar. Rezo por él y me está preguntando cosntantemente por mi vida y mis iniciativas, especialmente las de temática religiosa y cultural».