(EP) «Está en juego la defensa de la vida de varias comunidades que, en total, representan más de 30 millones personas», ha dicho el cardenal africano en una conferencia de prensa en el Vaticano en el que se ha presentado el proyecto de La Red Eclesial Pan Amazónica (REPAM).
Así, el prelado ha reivindicado la protección de la Amazonia y de las comunidades indígenas que viven allí que están amenazadas «por la contaminación, el radical y el cambio rápido el ecosistema de los que dependen, y la falta de protección de los derechos humanos fundamentales».
En este sentido, ha criticado que «la deforestación» avance «sin control», o que se inician «los proyectos de minería y la agricultura intensiva y sin consultar, ni involucrar a las poblaciones locales de la Amazonia, en el respeto de su dignidad».
Saqueo
Por su parte, el presidente de Cáritas, Michel Roy, ha pedido proteger la Amazonia del saqueo y de la actividad de empresas mineras, petroleras y de gas.
Asimismo, el arzobispo de Huancayo (Perú) y presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano, Pedro Ricardo Barreto, ha criticado «los grandes proyectos extractivos, los monocultivos y el cambio climático», que «ponen en grave riesgo sus tierras y el entorno natural».
«La Amazonia es un territorio devastado y amenazado por las concesiones de los Estados a las corporaciones transnacionales«, ha lamentado. Por otro lado, ha alertado de la «alta incidencia de sequías en la Amazonia«. Algo que, según ha dicho, «no se creía posible» y que hoy se está experimentando «con gran fuerza». «Los Estados priorizan el crecimiento económico y las políticas sociales que favorezcan la explotación de los recursos naturales como urgencia nacional», ha comentado al respecto.
La Amazonia es compartida por Guyana, Surinam y Guyana Francesa (0.15%), Venezuela (1%), Ecuador (2%), Colombia (6%), Bolivia (11%), Perú (13%) y Brasil (67%).