(ABC/InfoCatólica) La Fapac, con el apoyo de algunos sindicatos, se plantea acciones más contundentes en contra de la la materia y no descarta «una respuesta colectiva» para evitar que sea una opción en la escuela pública.
Defensa de la asignatura
Por su parte, el secretario general adjunto de la Fundació Escola Cristiana de Cataluña, Carles Armengol, considera, no obstante, «razonable» el nuevo currículo de religión, diseñado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), si éste se puede adaptar en los diferentes centros.
En declaraciones a Ep, Armengol señala que «mientras haya capacidad de los centros para adaptarlo es un punto de referencia no descabellado y razonable, siempre con la posibilidad de adaptarlo a la realidad y en función del proyecto educativo del centro y realidad del alumnado».
Reconoce haber recibido con sorpresa las reacciones que ha generado, y ve «excesivos» algunos comentarios que se están haciendo, porque, a su juicio, el nuevo currículo va en la línea de lo que ya se estaba haciendo. «Es un currículum y cada escuela lo adapta en función de su proyecto, y quizá hay algún elemento que las escuelas pueden desarrollar y añadir a su manera», defiende.
Descarta, asimismo, que el nuevo currículo obligue a rezar en clase, y precisa que habla de memorizar alguna oración de agradecimiento, como también sucede en poesía en las clases de literatura.«El currículo no implica en absoluto que ahora la asignatura se dedique a hacer oración, pero que se conozcan algunas preces no lo encontramos fuera de lugar», concluye. La Conferencia Episcopal Tarraconense y el cardenal arzobispo de Barcelona aprueban también el giro curricular que la Lomce da a la materia.