(Adelante la Fe/InfoCatólica) El 8 de diciembre del 2013, el padre Fidenzio Volpi escribió en una carta en la que aseguraba:
«Un asunto que es sumamente grave (y que apenas ahora le hago oficialmente de su conocimiento) fue la transferencia de bienes muebles e inmuebles pertenecientes al instituto a laicos conocidos como hijos (o hijas) espirituales y miembros de la familia del fundador, padre Stefano M. Manelli, así como también a algunos familiares de algunas monjas».
El P. Volpi añadió:
«Estas maniobras, gravemente ilícitas tanto desde un punto de vista moral como canónicamente y con repercusiones en la esfera civil y penal, ocurrieron después del nombramiento del Comisario Apostólico, manifestando así una voluntad de sustraer estos fondos del control de la Santa Sede».
Y además, afirmó:
«Quienes han hecho o permitido todo esto han caído en una grave falta y si son religiosos están sujetos a severas sanciones canónicas. Algo similar ha sucedido también en las obras de apostolado: la editorial y la televisión».
La familia del P. Stefano M. Maniello acudió a la justicia italiana, que le ha dado la razón condenando al P. Fidenzo Volpi.