(ABC/InfoCatólica) Según denuncia el Obispado en un comunicado, con sus planteamientos el sacerdote sienta las bases para «ideologías de derechas, para la xenofobia y para un enfrentamiento entre religiones que no tiene cabida dentro de la Iglesia católica». Tras estos argumentos, el obispo Felix Genn ha decidido aplicar el artículo 764 del Código Canónico y prohibir predicar al sacerdote.
Spälting criticó a viva voz que el deán de la catedral de Colonia haya decidido apagar la luz durante la manifestación de Pegida en esa ciudad como muestra de rechazo al movimiento. El sacerdote arremetió además contra los dichos de la canciller democristiana Angela Merkel, quien indicó públicamente que el islam forma parte de Alemania.
El Obispado de Münster por su parte, rechaza rotundamente la visión «distorsionada» que tiene el sacerdote de la historia y del presente, y tacha de «peligrosas» sus palabras al incitar al odio hacia el islam. Spälting, según el Obispado, «ha abusado de su autoridad como sacerdote y pastor» elogiando al mismo tiempo a los cristianos que en estos días salen a las calles de Alemania para rechazar la islamofobia, tal y como en la manifestación ayer contra Pegida en Lepzig que superó en número a los xenófobos. El Obispado ha terminado su comunicación indicando que no hay ningún riesgo de islamización en el país.
El líder de Pegida Lutz Bachmann que por estos días ha sido criticado por una foto en la que aparece como Hitler (según el Vicecanciller Sigmar Gabriel al diario Bild, «Cualquiera que se pone un disfraz de Hitler es o un idiota o un nazi. La gente debería pensárselo dos veces antes de seguir a un embaucador como éste») se habría referido a los refugiados como «animales» y «basura», razón por la cual está siendo investigado por la Fiscalía.
El líder xenófobo que tiene además antecedentes por robo, se refiere así a un fenómeno tipificado ayer por la Oficina Federal de Estadísticas: la población de Alemania aumentó a 81,1 millones de personas en 2014, creciendo por cuarto año consecutivo, impulsado por el mayor nivel de inmigración neta en más de dos décadas. El país más poblado de la Unión Europea es sin embargo el que envejece más rápido: 215 mil muertes más que nacimientos el año pasado han sido compensadas con la llegada de unos 470 mil inmigrantes que permiten a este país seguir siendo la locomotora de Europa.