(El Universal/InfoCatólcia),En el documento los prelados reclaman del Ejecutivo que «impulse reformas que eliminen trabas a la producción, detengan la inflación y solucione el desabastecimiento y la carestía de los artículos de primera necesidad» mediante medidas que promuevan «la actividad privada en la economía, consagrada en la Constitución» y dejando a un lado «concepciones ideológicas rígidas y fracasadas, así como el afán de controlarlo todo».
En el texto leído el mediodía de hoy por el reelecto presidente de la instancia, monseñor Diego Padrón, se afirma que el país necesita «un nuevo espíritu emprendedor con audacia y creatividad» y que se estimule «la laboriosidad y la producción dando seguridad jurídica y fomentando empresas eficientes».
Diálogo con resultados
Como lo han venido haciendo insistentemente en los últimos años, los prelados abogaron por el diálogo como «la vía indispensable» para «resolver los graves problemas» que atraviesa Venezuela. Sin embargo, dejaron en claro que el diálogo no puede limitarse a una conversación, tal y como ocurrió en 2014, sino que el mismo debe proveer cambios; y pidieron seguir el ejemplo de Estados Unidos y Cuba.
«Para lograr la concertación es preciso el respeto absoluto de los Derechos Humanos y descartar la violencia excesiva en el control de las legítimas manifestaciones del pueblo por parte de los funcionarios del Estado. También es necesario liberar a los presos políticos y no utilizar el sistema judicial para amedrentar e inhabilitar a adversarios políticos. La libertad de expresión y la existencia de medios de comunicación independientes deben ser respetadas», apuntaron, al tiempo que monseñor Padrón también consideró necesario eliminar el programa Con el mazo dando, al cual equiparó con La hojilla, por considerar que no contribuye al entendimiento.
La Asamblea Nacional es para los prelados el escenario ideal para el diálogo y por ello llamaron a los partidos a postular personas «capaces, de alta responsabilidad, cualidades morales y espíritu de servicio al pueblo»; y a todos los electores a votar en los comicios previstos para este año.
Los obispos, en su documento, cuestionaron la reciente designación de las autoridades del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), del Poder Ciudadano y del Consejo Nacional Electoral (CNE), por considerar que «no refleja la pluralidad política del país».
En previsión de ser cuestionados por sus opiniones, en especial desde el oficialismo, los prelados aclararon que «este dramático análisis que hacemos con dolor, nace de nuestra cercanía al pueblo que sufre, y de la misión pastoral que nos impulsa a ser promotores de la dignidad humana y de la paz».