(La Tribuna de Toledo/InfoCatólica) Así, en el punto 133 del documento de iniciación cristiana se indica que el tiempo más apropiado para celebrar la Primera Comunión «es el Tiempo Pascual y el domingo, día del Señor».
La decisión ha generado cierto revuelo en las familias de los escolares que en los próximos meses recibirán la Primera Comunión. Tras varias reuniones con los arciprestes y vicarios episcopales de la Diócesis, además de con los directores y responsables de los centros educativos de carácter religioso, el Arzobispado ha recordado que la celebración de este sacramento está fijada los domingos, y en su caso, los sábados por la tarde.
La decisión, que no es otra que recuperar el sentido cristiano y de compromiso con la Iglesia que se adquiere con este sacramento, ha generado cierto malestar entre los padres que tachan a la curia diocesana de estricta y no dialogante. «Nos enteramos a través de un correo electrónico de la dirección del centro y a la semana nos convocaron a una reunión informativa», comentaban a este medio padres del Colegio Santa María de los Hermanos Maristas de Toledo.
«Nos explicaron la decisión del Arzobispado, sin más, sin darnos pie a que opinemos, como dice el refrán, esto son lentejas», indicaba una de las madres de los casi 90 escolares de Primaria que tenían previsto celebrar su Primera Comunión el sábado 25 de abril por la mañana en el colegio de los Hermanos Maristas.
La decisión que ha tomado la dirección de este centro ha sido trasladar la celebración religiosa al domingo 26 de abril por la mañana, acatando así el consejo arzobispal, que va más allá y recomienda llevar a cabo la ceremonia religiosa en lugares consagrados y no en salones de actos o polideportivos escolares. De hecho, los Maristas tendrán que celebrar las comuniones en dos turnos en la Parroquia de Santa Teresa, como era habitual hace unos años.
En Toledo, los colegios que verán trastocados sus planes por la recomendación de la curia diocesana son, además de los Hermanos Maristas, el centro que dirigen en la avenida de la Reconquista las Madres Carmelitas, cuya iglesia dejó de celebrar la eucaristía el pasado mes de julio y cuyas comuniones pasarán a celebrarse en la Parroquia de San Ildefonso del barrio de Santa Teresa.
Los preceptos remitidos por el Arzobispado a los colegios religiosos llegan sin tiempo, o así lo consideran los padres que en la mayoría de los casos ya tenían reservados los salones para la fiesta familiar posterior a la eucaristía. «No nos han dado opción a nada, se intentó hablar con el Arzobispado pero ha sido imposible, la decisión es la que es a pesar de la premura», lamentaban en la puerta de Maristas.
El Directorio Diocesano para la Iniciación Cristiana contempla, entre otros preceptos aplicables a ciertas actitudes y al revuelo generado en las puertas de los colegios, que frente «a algunas familias que se dejan absorver por compromisos sociales, regalos y gastos» esta celebración tiene que ser «breve y sencilla, suprimiendo adherencias, de manera que no caiga en la teatralidad» (Consituciones Sinodales del XXV Sínodo Diocesano de Toledo, 1991).
La decisión se ha traducido en la Asociación de Hostelería y Turismo de Toledo (AHT) en una limitación y pérdidas para el sector. Luis González, presidente de este colectivo de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) afirmaba que en los próximos días remitirán una carta al arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza, para exponerle su postura «sin entrar en detalles religiosos, pues entendemos que todo lo que concierne al sacramento de la Primera Comunión es solo potestad del arzobispo».
No obstante, desde la asociación subrayaban que tendrá que afrontar dos problemas. «Perderemos un servicio y una oportunidad de negocio importante», señalaba el presidente de los hosteleros, para explicar que también se dará la duplicidad de celebraciones los sábados por la tarde «y más durante el mes de mayo, pues tenemos bodas, y ahora habrá que añadir comuniones».
En cuanto a las reservas acordadas con antelación, González reconoció que el problema no ha sido tal. «Hay colegios y parroquias que aún no han dado fecha, el problema es que perderemos un servicio y por tanto un trabajo que ahora sí se podía hacer el sábado a medio día», lamentaba.