(Agencias/InfoCatólica) El cardenal Pell no insinua ningún delito pero asegura que los departamentos del Vaticano por mucho tiempo tuvieron «casi carta blanca» con sus finanzas y siguieron «patrones establecidos tiempo atrás» para manejar sus asuntos.
«Muy pocos estuvieron tentados de contarle al mundo exterior lo que sucedía, excepto cuando necesitaban ayuda adicional. Era imposible que alguien supiera exactamente lo que sucedía en general», dice el purpurado.
Situación económica mejor
El prelado austrliano explica que «de hecho, hemos descubierto que la situación es mucho más saludable de lo que parecía, porque unos cientos de millones de euros estaban guardados en cuentas de ciertas secciones y no aparecían en las hojas de balance».
Y añade:«Es importante señalar que el Vaticano no está en quiebra (...) la Santa Sede está pagando sus gastos, y a la vez posee importantes activos e inversiones».