(Zenit/InfoCatólica) En la siguiente entrevista el cardenal Koch se refiere igualmente a la conmemoración del 50 aniversario de la promulgación del decreto del Concilio Vaticano II sobre el Ecumenismo «Unitatis redintegratio».
¿Podría hablar sobre la situación actual en Turquía, en términos de diálogo ecuménico? ¿Cómo contribuye el viaje de Francisco a este diálogo?
Bueno, tenemos una muy buena situación ecuménica entre la Iglesia de Constantinopla y la Iglesia de Roma desde la primera reunión entre el beato papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras en 1964.
Contamos con una larga tradición de visitas mutuas para la fiesta de San Andrés el 30 de noviembre, cuando una delegación de Roma va a Constantinopla, y en la fiesta de San Pedro y San Pablo el 29 de junio, cuando una relevante delegación de Constantinopla viene a Roma. Y ahora, este año, el Santo Padre visitará personalmente Constantinopla. También tenemos esta tradición que en el segundo año del pontificado, san Juan Pablo II ha ido a Constantinopla en 1979, y también Benedicto XVI en 2006, y ahora el papa Francisco. Esta es una muy hermosa oportunidad.
¿Cuáles son sus esperanzas y expectativas para este encuentro, en términos de las relaciones con los cristianos ortodoxos?
En primer lugar, es para profundizar la relación entre Roma y Constantinopla. Está claro que el Patriarca Ecuménico tiene un primado de honor en el mundo ortodoxo, y en este sentido es un honor también para todas las Iglesias ortodoxas alrededor del mundo. Se trata, por ejemplo, de una profundización en el diálogo de amor, amistad, fraternidad... entre el Papa y el Patriarca Ecuménico. Espero que esta visita puede ser una buena oportunidad para profundizar en esta relación y preparar nuevas medidas en el futuro.
¿Cómo se encuentra actualmente la relación de la Iglesia con el Patriarcado de Rusia? ¿Qué se está haciendo? ¿Qué hay que hacer?
Tenemos una situación diversa con la Iglesia Ortodoxa Rusa de Moscú. No hay encuentros entre el Papa y el Patriarca. Siempre es el metropolita Hilarión el que viene desde Moscú a Roma para visitar al Santo Padre. Acabo de estar dos veces en Moscú para visitar al Patriarca, para profundizar en este diálogo. Pero no tenemos un particular diálogo sobre la verdad entre Roma y Moscú, porque nuestra comisión conjunta internacional entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas incluye a 14 Iglesias diferentes, y la Iglesia Ortodoxa Rusa forman parte de esta comisión. Aunque tenemos también alguna colaboración entre Moscú y Roma, en el plano cultural y social.
¿Cree usted que se puede hacer algo para fomentar la relación con el Patriarcado de Rusia en este momento?
Hoy no tenemos una situación fácil debido a Ucrania y a algunas acusaciones del Patriarca ortodoxo ruso en contra de la Iglesia greco-católica en Ucrania. Espero que las Iglesias puedan superar algunas dificultades y encontrar un camino para la reconciliación ante esta situación de Ucrania. Y espero que las diversas Iglesias en Ucrania puedan aportar buenas contribuciones para una mejor reconciliación de la sociedad en Ucrania.
¿Puede hablarnos sobre el contacto del Papa con los cristianos evangélicos y como esto está contribuyendo al diálogo ecuménico?
Sí, aquí tenemos una nueva situación, porque el Santo Padre está muy abierto a las reuniones con el mundo evangélico y pentecostal. Y esta es una muy buena oportunidad, porque hasta hoy la puerta estaba un poco cerrada, debido a que algunos movimientos evangélicos y pentecostales tienen muchos prejuicios contra la Iglesia católica y contra el Papa. Cuando pueden encontrarse con el Papa personalmente y tener una buena experiencia, pueden superar algunos prejuicios y preparar un nuevo campo para un mejor diálogo. En este sentido, estoy muy agradecido por todo lo que el Santo Padre hace en las relaciones con el mundo evangélico y pentecostal.
¿Podría indicarnos si hay evangélicos que se convierten al catolicismo en el pontificado de Francisco?
No creo que el objetivo de las reuniones sea convertir a los demás. La convicción del papa emérito Benedicto XVI y Francisco piensa de manera similar, es: el proselitismo no es el camino de la Iglesia católica y del ecumenismo. Sin embargo, cuando una persona quiere convertirse a la Iglesia Católica, se trata del derecho humano a la libertad religiosa. Pero el objetivo de las reuniones es profundizar en la relación de fraternidad, de amistad entre el Papa y los evangélicos, y dar testimonio común de Cristo, de la presencia de Dios en el mundo, y profundizar en la dimensión misionera de la Iglesia.
¿Hay algo que le gustaría añadir?
Sí, tenemos esta hermosa oportunidad antes de la visita pastoral a Constantinopla, la fiesta del 50 aniversario de la promulgación del decreto del Concilio Vaticano II sobre el ecumenismo Unitatis redintegratio (21 de noviembre 1964), y esta semana tenemos la plenadria de nuestro Pontificio Consejo. Y vamos a celebrar este hermoso evento, primero con una celebración de las Vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros, y luego con una conmemoración en la Pontificia Universidad Gregoriana, con tres conferencias sobre este decreto ecuménico –Católica, Oriental y Occidental– para ver cómo podemos leer este texto básico 50 años después y cuáles son las oportunidades en el futuro. La proximidad de este jubileo con la visita del Santo Padre a Constantinopla es una hermosa correlación.