(EFE/InfoCatólica) Los ingresos totales para actividades ordinarias de la Iglesia catalanas fueron de 80,2 millones y los gastos ordinarios se elevaron en 2013 en 79,9 millones, con un superávit de algo más de 300.000 euros, pero las inversiones extraordinarias para rehabilitar los templos, que fueron de 8,6 millones, inclinaron las cuentas del global de las diócesis a los números rojos.
El ecónomo de la Archidiócesis de Tarragona, Daniel Sobradillo, ha explicado a Efe que las necesidades de rehabilitación de muchas iglesias ha sido lo que ha generado el déficit, pese a que tuvieron 7,3 millones de ingresos extraordinarios entre subvenciones y aportaciones para las obras y un ingreso de 2,4 millones por ventas de patrimonio.
Sobradillo ha argumentado que pese a que han descendido las limosnas que se depositan y recogen en las iglesias por la crisis, las aportaciones que hacen los fieles directamente a organizaciones como Cáritas han crecido en los últimos años.
Según las cuentas presentadas por la Iglesia de Cataluña, en 2013 las diez diócesis catalanas ingresaron un total de 22,2 millones por la asignación que los fieles hicieron en la declaración de la renta y más de 6 millones por alquileres de inmuebles pertenecientes a la Iglesia, mientras que obtuvieron 1,8 millones por ingresos financieros. Otros 1,9 millones correspondieron a subvenciones públicas corrientes.
En cuanto a los gastos, 22,6 millones se destinaron en 2013 a las acciones pastorales y asistenciales y 14,8 millones fueron para pagar los sueldos de los 1.722 sacerdotes diocesanos que hay en Cataluña, que cobran una media de 850 euros al mes, «más algún pequeño complemento si tienen que atender varias parroquias», según Sobradillo.Un total de 6,7 millones fueron para pagar los salarios del personal laico que trabaja en las diócesis catalanas.
Para conservación de edificios y gastos de funcionamiento las diez diócesis catalanas destinaron en 2013 un total de 30,4 millones.