(AsiaNews/InfoCatólica) Ocho mujeres murieron y más de 25 están en graves condiciones por haberse operado para esterilizarse en un centro médico construido por el gobierno local en Pendari, distrito de Bilaspur, (Chhattisgarh).
Para monseñor Dominic Savio Fernandes, obispo auxiliar de Bombai, que comenta la noticia es una «pérdida devastadora de vidas».
Las operaciones fueron realizadas el 8 de noviembre pasado a 83 mujeres; en el ámbito de la campaña anual estatal de planificación familiar. Por el momento, la administración suspendió a los 3 médicos que realizaron las operaciones y crearon un equipo de investigación para conocer las causas del incidente.
Las autoridades sanitarias niegan que haya habido alguna negligencia. Sin embrago, testigos cuentan que las esterilizaciones fueron realizadas en un solo día y muy rápidamente para «alcanzar los objetivos».
Preocupado por el rápido crecimiento de la población -que hoy cuenta con 1.300 millones de personas- desde hace tiempo el gobierno hindú ofrece esterilizaciones gratuitas a las mujeres que quieren evitar el riesgo y el costo de tener otro hijo.
Las destinatarias de este «servicio» provienen de ambientes muy pobres, y para convencerlas a someterse a la ligadura de trompas, se les ofrece un «incentivo» en dinero (unas 1.400 rupias, unos 18 euros). Muchas de ellas ni siquiera saben que, después, no podrán tener más hijos.
«En la India -explica a AsiaNews el doctor Pascoal Carvalho, médico de Bombai y miembro de la Pontificia academia para la vida- la esterilización femenina representa en el 65% de los casos la forma de contracepción más usada, y la edad a la cual se someten a la intervención continúa disminuyendo. En 1966, dos años después de la Conferencia internacional sobre la población y el desarrollo, India había anunciado que habría asumido un acercamiento «target-free» a la planificación familiar. Pero en la práctica, a nivel estatal, las autoridades y los funcionarios sanitarios asignan «bonus» a los operadores sanitarios que favorecen los métodos contraceptivos, incluida la esterilización femenina.
«En 1952 -recuerda el médico- India se convirtió en el primer país en el mundo en lanzar de forma oficial un programa de planificación familiar, con el objetivo de reducir el crecimiento de la población. Lo más trágico todavía, fueron los gobiernos occidentales, que incentivaron esta campaña con alimentos por planificación familiar».
Además de condenar «la apatía del gobierno y de los médicos en relación hacia estas mujeres», mons. Fernandes subraya a AsiaNews que «la Iglesia católica considera la esterilización como una grave violación a la ley natural y moral».
En lugar de realizar este tipo de prácticas, «el gobierno debería mejorar las condiciones y el equipamiento de los centros de salud estatales, que generalmente son usadas por los ciudadanos más pobres del país».