(Agencias) «Soy de los satisfechos y contentos porque generase debate interno dentro del PP porque no somos una secta, somos un partido que debate las cosas y que es consciente de que, sobre todo en materias en las que influyen tantos factores, es normal que haya controversia», ha subrayado.
Sémper fue una de las voces críticas con el anteproyecto del Gobierno. Aseguró desde un principio que hay aspecto que «no le gustan» y había defendido que el proyecto se votase «en conciencia» porque «los partidos políticos no deben ser sectas».
«Humildad y saber escuchar»
En ese sentido, ha apuntado que «hoy, al parecer, hay una apuesta del Gobierno por no impulsar esta reforma, habiendo entendido que, tanto internamente como públicamente, no se generaba unanimidad o no se generaba mucha ilusión en esa reforma».
Por ello, se ha mostrado convencido de que «un buen gobierno es aquel que sabe rectificar, aquellos que leen en la sociedad que les ha tocado gobernar y que, independientemente de lo que piensan, sin renunciar a lo que piensan, se adecuan a lo que quiere la sociedad».
Según ha aseverado, «ese liderazgo que está basado en la humildad, en saber escuchar, y saber interpretar la sociedad que le ha tocado gobernar es la que yo quiero para los gobiernos de mi país». «No quiero gobiernos dogmáticos, sectarios, que no miren ni escuchen a la sociedad», ha añadido el dirigente popular.