(SIC/InfoCatólica) El historiador añade: «Al hombre moderno, acostumbrado a pesar, medir y contar, la santidad le resulta un concepto lejano porque ni el amor, ni el servicio, ni la entrega se pueden cifrar. Sin embargo, el santo siempre deja una estela de progreso y rastro tangible».
En el acto de inauguración de la exposición, que se podrá visitar hasta el 28 de septiembre en el Centro de Turismo de Colón, y que ha pasado ya por otras siete ciudades y recibido mas de 20.000 visitas, también han intervenido Teresa Sádaba, portavoz del comité organizador de la beatificación, Loreto Spá, arquitecta de la exposición, y Guadalupe de la Vallina, autora de las fotografías. Se esperan numerosas visitas, especialmente los días previos a la beatificación, acto al que acudirán alrededor de 150.000 personas.
Infografía, fotografía y arquitectura, fundidas
Para la arquitecta, ha pretendido «crear una escenografía expositiva sugerente, dinámica y flexible para presentar el tema –la santidad– de una forma moderna y atractiva». Por su parte Guadalupe de la Vallina resalta que ha intentado que sus fotografías vayan directamente al corazón de cada espectador. «El público juzgará si lo he logrado».
Como la exposición ha sido itinerante, Loreto Spá pensó una solución que pudiera adaptarse a las diferentes salas, así llegó a las formas semicilíndricas que se presta a una doble funcionalidad: en la cara convexa de cada panel -de 4,5 metros de ancho y 2 de alto- se presenta un tema a través de una fotografía, y en la cóncava se desarrolla ese aspecto en la vida del próximo beato.
Para presentarlo se optó por hacerlo utilizando las herramientas que proporciona la infografía: tartas, burbujas, mapas, líneas de tiempo, etc. El equipo de Errea Comunicación ha sido el autor del diseño. La exposición está compuesta por cuatro semicilindros acompañados por cuatro vídeos complementarios. En el primer panel se recogen los principales hitos vitales de Álvaro del Portillo, titulado «Una historia en la Historia». En el siguiente, «Radiografía de un servicio», se reflejan los 47 años que trabajó para la Santa Sede, los 19 cargos que allí desempeñó, o el cuentakilómetros de sus viajes pastorales como Prelado del Opus Dei, los 61.077 km que hizo en 73 años.
En el tercer semicilindro, «la huella de Álvaro», en un mapamundi se sitúan las numerosas iniciativas sociales que impulsó entre 1975 y 1994, una de ellas es Monkole, un centro hospitalario en la RD Congo del que se han beneficiado casi un millón de africanos. El último panel trata de explicar «el secreto de lo intangible».
El poder los santos viene de Dios
«Los datos de una vida dicen mucho pero necesitamos conocer su origen para alcanzar su verdadero sentido», señala Teresa Sádaba. «El poder de los santos, de todos, viene de Dios, de la oración, de los sacramentos, del Amor».
Según la portavoz, «un santo en datos» quiere ser un «reconocimiento agradecido a una vida que dejó una huella de alegría, de cambio, de esperanza y cariño en miles de personas en los cincos continentes. Así se explica el esfuerzo de una buena parte de ellas que vienen a la beatificación el día 27 a Madrid. De momento hay confirmadas personas de 79 países tan diferentes como Cuba, Emiratos Árabes Unidos, Islandia, Rusia, Grecia, Macao, Malasia o Taiwán».