(Agencias/InfoCatólica) Los chiíes iraníes contemplan con extrema preocupación el avance de los extremistas suníes del IS.
Se trata de un gesto inédito habida cuenta de las tensiones que han marcado durante décadas las relaciones entre Teherán y Wasington.
De hecho, hace apenas tres meses, cuando el EI inició su ofensiva sobre el norte de Irak y se hizo con el control de Mosul, Jamenei advirtió a EE UU contra «cualquier tipo de intervención en Irak». El líder iraní intentaba evitar también que el conflicto se tratara como una guerra entre suníes y chiíes.
Pero cuando en agosto los yihadistas redoblaron su envite asaltando las posiciones kurdas y llegando hasta la frontera con Irán, los responsables iraníes se vieron obligados a revisar su estrategia.