(Diario de Burgos/InfoCatólica) Los hechos se produjeron en la noche del sábado 30 de agosto a la del domingo 31. Esa tarde llegaron seis autobuses con más de 300 personas al pueblo, a las que hay que sumar a todas las demás que se desplazaron en coche. En torno a 1.500 en total se reunieron en la verbena. La parroquia denunció los hechos a la Guardia Civil y la investigación ha establecido que la entrada al templo fue un acto de vandalismo, detrás del cual había algún tipo de apuesta, señalaba ayer a este periódico Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de Patrimonio.
Otros actos vandálicos
Esa misma noche, además, los gamberros practicaron pintadas en algunas casas y derribaron vallas de madera en la ribera del río. También se produjo una pelea en la que un joven recibió una paliza, tras lo cual presentó una denuncia en el cuartel de Sotopalacios. La Benemérita ya ha llevado a cabo algunas indagaciones y ha identificado a varios de los implicados. El regidor municipal pedirá más presencia de Guardia Civil en las fiestas del próximo año. «Estamos preocupados por si los problemas de orden público se agravan», dijo. Además, señaló que la afluencia de estos visitantes no reporta beneficios, pues la mayoría «va de botellón».