(El Nuevo Herald/InfoCatólica) La oficina del fiscal general de Texas, Greg Abbott, ha apelado la decisión que emitió el viernes el juez en Austin, de acuerdo con documentos de la corte.
En su fallo, el juez mencionó otras normas aprobadas recientemente por los legisladores republicanos cuando decidió eliminar el requisito de que las clínicas asuman las normas de funcionamiento de los hospitales. Esas restricciones al aborto incluyen sonogramas obligatorios y un periodo de espera de 24 horas después de que alguna mujer busque por primera vez someterse a un aborto.
«Estos obstáculos sustanciales han alcanzado un punto álgido», declaró Yeakel en su opinión de 21 páginas. Yeakel dio la razón a las clínicas que presentaron una demanda contra una de las medidas más controvertidas de una radical iniciativa antiaborto que firmó el gobernador republicano Rick Perry en 2013.
El fallo impidió que entrara en vigencia el lunes la ley, que habría reducido a siete el número de clínicas de aborto en Texas. Sin embargo, en su documento que presentó ante la Corte de Apelaciones del 5to Circuito, el estado solicitó que el fallo quede en suspenso mientras se resuelve el nuevo recurso de apelación.
Texas tiene en la actualidad 19 proveedores de servicio de abortos, una reducción respecto de los 40 de hace dos años, según los grupos que demandaron al estado por segunda vez a causa de la ley conocida como la HB2.
El fallo bloquea una parte de la ley que habría obligado a las clínicas de aborto en Texas a que contaran con salas de operación, sistemas de filtro de aire y otras adiciones costosas que ordinariamente se exigen solamente a hospitales donde se efectúan cirugías.
«La verdad es que me ha desilusionado mucho el fallo de este día porque socava un esfuerzo concertado para mejorar la atención médica a las mujeres en Texas mediante un aumento de la normas de salud en las clínicas de aborto», declaró el viernes el vicegobernador republicano David Dewhurst.