(Agencias) Una de esas localidades es Qaraqosh, la ciudad con el mayor número de cristianos en Irak y ubicada en la provincia septentrional de Nínive, de cuya capital, Mosul, también han huido los miembros de esa minoría.
«Pedimos al mundo y al papa Francisco que se ocupe de la situación de los cristianos de Irak» , afirmó un representante de la Iglesia caldea que leyó un comunicado conjunto al término de la reunión.
Por su parte, el obispo maronita de Beirut, monseñor Bulos Matar, exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU que vote «una resolución firme que exija el retorno de los propietarios a sus tierras lo antes posible».
Petición a las autoridades religiosas islámicas
Dirigiéndose a los musulmanes, Matar les pidió que condenen los actos contra los cristianos y a las autoridades religiosas suníes y chiíes que «publiquen fatuas (decretos religiosos) que prohíban las agresiones contra los cristianos, los inocentes y sus bienes».
«La situación han alcanzado un nivel en que los cristianos son expulsados de modo injusto de la tierra de sus antepasados de Mosul y de la provincia de Nínive. No se trata de un accidente o una emigración forzada por el miedo, sino una decisión del EI, que está en contradicción con los tratados internacionales», agregó.
Asimismo, expresó su apoyo total al Ejército libanés, que hace frente desde el sábado pasado a yihadistas del Frente al Nusra (vinculado a Al Qaeda) y del EI en Arsal, en el noreste del Líbano, e instó a la comunidad internacional a que ponga fin a la guerra en Siria.
El religioso criticó también la «indiferencia del mundo» respecto al destino de los obispos secuestrados en Siria, Yuhanna Ibrahim y Bulos Yazigi, en abril del 2013 y exigió su liberación inmediata.