(El Mundo/Agencias/InfoCatólica) Sanidad no ha aclarado en qué condiciones viajarán estos dos religiosos, simplemente se ha limitado a informar que el avión está adecuadamente equipado. Sin embargo, y según los resultados de las pruebas realizadas a ambos, tan sólo el padre Miguel tiene ébola, por lo que debería tomarse medidas de prevención con la hermana Juliana, que dio negativo en los test realizados en Monrovia.
España se convertirá así en el segundo país en repatriar a infectados del virus desde África del Oeste. Estados Unidos ayer martes trasladó a una enfermera a un hospital de Atlanta en el que ya se recupera el doctor Kent Brantly gracias a un medicamento experimental sólo probado antes en simios.
Respecto a los plazos, el Gobierno español pretende acortarlos para que Miguel Pajares pueda descansar cuanto antes en el hospital de La Paz, en Madrid, que es el único centro de referencia para estos casos ya que posee una unidad de enfermedades infecciosas de alta seguridad.
De hecho, el centro podría habilitar una planta sólo para él. Del traslado desde el aeropuerto de Torrejón hasta el centro se encargará el Summa, con una UVI móvil escoltada por la policía.
Quieren salir todos
La Hermana Catherine, de la misma congregación del religioso español Miguel Pajares infectado por ébola, ha pedido que trasladen a todos los miembros de la congregación que se encuentran con el español ante el riesgo que corren sus vidas.
«Estamos pidiendo salir todos de aquí, es verdad que él –por el padre Miguel Pajares- es español pero cómo lo van a sacar a él y a nosotros nos van a dejar aquí, vamos a morir todos», ha asegurado Catherine en declaraciones a COPE recogidas por Europa Press, preocupada ante la situación en la que se encuentran. Según ha indicado, en la casa permanecen 12 personas más.
La religiosa ha insistido en que «todos» están en riesgo al estar en la misma estancia que el religioso español que será repatriado. «Estamos en la misma casa, y nos han dicho que tenemos que quedarnos en nuestras habitaciones, que no podemos salir, y que nos van a poner medios para ayudarnos», ha explicado.
Sobre el estado del sacerdote español ha explicado que «anoche no comió porque no quiso» y se encuentra desorientado. «Cuando hablas con él no sabe contestar ni a las preguntas, se va y viene como un poco perdido». Igualmente ha explicado que la hermana Chantal Pascaline, también infectada, se encuentra «muy mal».