(CNA/InfoCatólica) «El mantenimiento de la paz ayudará a Pakistán a crear las condiciones propicias para la prosperidad económica y el bienestar de la mayoría de las personas que viven en la región», enfatizó.
El Consejo para el Diálogo Interreligioso de Pakistán organizó un banquete interreligioso con la comunidad islámica durante el Ramadán para promover el diálogo, la amistad y la armonía en la Archidiócesis de Lahore, a cerca de 185 kilómetros de la capital, Islamabad.
El mes de Ramadán es considerado el mes más sagrado para los musulmanes, que observan rigurosamente el ayuno a lo largo del día, ofrecen oraciones cinco veces al día y practican la limosna.
Líderes y eruditos musulmanes se unieron en el «iftar», o comida de la noche que los musulmanes comen para terminar su día de ayuno a la puesta del sol durante el Ramadán. El evento se llevó a cabo con varios grupos de fe, como expresión de su voluntad de paz y armonía.
«El ayuno es uno de los valores comunes que prevalecen en el Islam y en el Cristianismo», explicó monseñor Sebastian Francis Shaw de Lahore en el evento. «El ayuno nos enseña acerca de la oración, la tolerancia, la limosna y el perdón», dijo. «El ayuno es un canal que reduce las brechas existentes entre las dos religiones».
Asif Nazir, maestro católico local y catequista, explicó que los esfuerzos de paz interreligiosos son particularmente importantes en este momento de la historia del país. «La paz en este momento es muy importante en Pakistán, porque en los últimos años este país ha sufrido y ha trabajado duro para establecerla» entre las comunidades religiosas de la región, dijo a la CNA.
Nazir apuntó que los problemas con el terrorismo también han estrangulado la economía del país, que ha afectado a muchas personas y perjudicado los esfuerzos de la armonía.
Otra iniciativa en la Archidiócesis de Karachi es la de las parroquias locales que colaboran con Cáritas-Karachi para realizar una Marcha por la Paz en solidaridad con las víctimas de las tensiones en el Medio Oriente, en particular los que sufren en Gaza.
La parroquia de San Felipe se unió a los grupos de las parroquias vecinas para la Marcha por la Paz, encabezados por fray Bernard Bhatti, fray Saleem Amir, y fray Joseph Shamo. Más de 300 participantes caminaron desde el seminario en un lado de la ciudad a la escuela parroquial. Miembros de la comunidad musulmana también se unieron a la Marcha por la Paz y estaban «contentos de observar y participar», comentó Nazir.
«La paz es la necesidad más urgente de nuestro tiempo», dijo Fray Bernand Younas. «El mundo se está destruyendo a sí mismo con las guerras y los conflictos. Todos necesitamos la oración por la paz del mundo». «Si no hay paz, no somos nada y vamos a destruir la creación de Dios», continuó. «Es importante para nosotros vivir y dejar que otros vivan, y amarlos sin ningún tipo de discriminación a todos los niveles».
El fraile explicó que el objetivo de la Marcha por la Paz era concienciar de «cómo la paz es importante para nuestro mundo... todo el mundo tiene que jugar su papel para promover la paz y la armonía a su alrededor».