(Fides/InfoCatólica) En conversación con Fides, monseñor Twal fustigó la campaña militar que Israel realiza sobre el territorio palestino con mayor densidad poblacional en el mundo: «Parece que se busca hacer de Gaza una fábrica de desesperados, listos para convertirse fácilmente en extremistas dispuestos a todo».
El patriarca latino subrayó la fragilidad que se vive en el lugar e invitó a reflexionar sobre lo insuficiente que será a largo plazo esta suspensión temporal de las acciones bélicas acordada «por razones humanitarias» y dada a conocer al mundo por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, por medio de un comunicado difundido en Washington.
De hecho, la tregua ha durado apenas dos horas debido al secuestro de un oficial del ejército israelí por Hamas, lo que ha provocado una masiva intervención militar de Israel en la zona de Rafah, al sur de Gaza.
Condiciones que alimentan el odio
Según el Patriarca, es necesario eliminar las condiciones estructurales que alimentan el odio ciego, a partir del bloqueo naval, aéreo y terrestre que Israel impuso sobre el territorio. «Hasta los túneles construidos en Gaza –señaló- son un producto del embargo a su manera: si se pone fin a este asedio, si se abren las calles y se permite la libertad de movimientos de personas y mercancías, si se permite la pesca libre en el mar frente de Gaza, entonces todo podrá hacerse más superficial y nadie tendrá que cavar túneles subterráneos para pasar».
Hamas no protege al pueblo
En opinión del patriarca latino de Jerusalén, el deseo perverso y ciego de aniquilar al enemigo está convirtiendo a la población civil de Gaza en una víctima a sacrificar: «Basta con mirar los nombres de las víctimas: el 70 por ciento son mujeres y niños. Esto sugiere que, entre los muchos túneles, Hamas no pensó en construir refugios subterráneos para el pueblo».
En respuesta a las reacciones internacionales, el arzobispo latino envió un mensaje importante a los que siguen expresando sus declaraciones verbales de solidaridad con los cristianos y las personas que sufren en Oriente Medio: «Llegan muchas cartas aquí, y les damos las gracias a todos, pero tal vez haya mucha compasión y poca ayuda concreta. Fui a visitar a los heridos fuera de Gaza que están en el Hospital Francés, y me quedé impresionado. Sus familias también necesitan de todo».
«Nosotros hacemos lo que podemos con Cáritas y los recursos del patriarcado –aseguró-, pero recibimos muy poco apoyo desde el exterior, nos llega muy poca ayuda concreta y efectiva. No es suficiente con mensajes y declaraciones en internet».