(ABC/InfoCatólica) El Papa Francisco ha querido reconocer la relevancia de esta celebración y ha declarado el 2015 Año Jubilar Teresiano. El máximo responsable de los Carmelitas Descalzos afirma que el Santo Padre «no hace planes a largo plazo» por lo que sabremos con poca antelación si viene al V centenario.
A tres meses del inicio de las celebraciones del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, ¿cómo marchan los preparativos?
Hay dos vertientes. Una de la parte de la orden de los carmelitas y otra en el mundo de la cultura. Como congregación religiosa, el sentido más profundo de la preparación del centenario ha sido la reelectura de las obras de Santa Teresa. Desde 2009, cuando se celebró el Capítulo General, hemos leído cada año un texto. Volver a las fuentes, al carisma originario ha sido una experiencia interesante que nos ha permitido revivir nuestra identidad. Por otra parte, en el mundo de la cultura Teresa tiene una gran importancia y trascendencia. Me ha impresiona el interés que he visto en muchas personas que son distantes a la Iglesia o de la vida religiosa, pero que tienen mucho interés y cariño por Santa Teresa. Eso explica la gran apertura que hemos visto en España y otros países del mundo para celebrar este centenario con distintas iniciativas.
Aunque la cuna de esta celebración va a ser en España, ¿qué proyección cree va a tener en el resto del mundo?
Hay muchísimas actividades previstas en cada país donde la orden está presente. Por ejemplo, en China hay un interés muy grande. En Taiwán ya se ha organizado un congreso y estamos planeando otras iniciativas. También se está preparando la publicación de las obras de Santa Teresa en chino. En África, por ejemplo, se está organizando un congreso sobre Santa Teresa y el papel de la mujer porque a ella le tocó vivir un tiempo en el cual la mujer no tenía autoridad, ni libertad, pero Teresa fue capaz de ser protagonista. Por eso en culturas donde la mujer vive una condición de inferioridad su figura puede ayudar mucho a nivel social.
Teniendo en cuenta la situación actual de los Carmelitas Descalzos, ¿qué influencia puede tener esta celebración en la orden religiosa?
La vida religiosa en general y nosotros en particular necesitamos centrarnos en nuestra identidad porque en un pasado reciente ha sido muy fuerte y casi natural la tendencia a asumir otros papeles y tareas más pastorales, más sociales. En ese sentido, la reelectura de Santa Teresa nos ha ayudado a centrarnos sobre todo en la fraternidad, en ser comunidad orante porque ese es un aspecto que a veces se olvida de esta doctora de la Iglesia. Mi sueño y mi ilusión es que esta celebración signifique para nosotros asumir la intuición fundamental de Santa Teresa sobre la vida religiosa.
En una sociedad tan carente de valores como la actual, ¿qué significado puede cobrar su figura?
El mensaje de Santa Teresa como de todo el carmelo teresiano está centrado en la misericordia de Dios. «Creer en Dios para aprender a creer en nosotros mismos», es lo que nosotros podemos ofrecer al mundo de hoy. Los jóvenes sobre todo han perdido la capacidad de creer en sí mismos, no se sienten capaces de hacer cosas grandes. Tenemos que responsabilizarlos diciéndoles que sí pueden hacer mucho más, mucho más de lo que el mundo les pide.
¿Ha tenido oportunidad de hablar con el Papa sobre el V centenario? ¿Le tiene especial cariño a Santa Teresa?
Sí, eso puedo decirlo. Tuve la oportunidad de tener un encuentro personal con el Papa y por supuesto él tiene un cariño especial a Santa Teresa de Jesús y también a Santa Teresa del Niño Jesús. Él además conoce muy bien el carmelo y lo aprecia mucho. Esa ha sido mi impresión.
¿Cree que vendrá a España?
Yo entiendo que el Papa tiene muchísimas cosas que hacer y que pensar. Es un hombre que vive verdaderamente el día a día y no hace proyectos a largo plazo. Cada semana decide lo que tiene que hacer. Por eso, pienso que si finalmente está presente en alguna celebración lo sabremos con muy poca antelación porque ese es un poco su estilo, muy sencillo y fraterno.
¿Cómo ve el pontificado del Papa Francisco?
Como un don del Espíritu a la Iglesia y como siempre, cuando Dios es quien actúa, nos sorprende con palabras, gestos e ideas nuevas. La historia de la Iglesia es un poco extraña porque es una institución movida por el Espíritu de Dios. Hay tiempos más tranquilos y tiempos de aceleración. Ahora estamos viviendo un momento en el cual el Señor está pisando el acelerador. Claro que hay personas que tienen miedo porque aumenta la velocidad, pero yo creo que el conductor es valiente y podemos confiar en él.