(OMP/InfoCatólica) «Gracias a los misioneros he aprendido que el trabajo, la educación y el esfuerzo de una persona, puede cambiar un país», explicó Schlichting. Después de su contar su experiencia como reportera en varios países de conflicto a lo largo de los años 80 y 90 (Irán, Egipto, Nicaragua, Albania, Unión Soviética, India…), ha explicado que la presencia de los misioneros en estos países le han impulsado en su carrera profesional y personal.
El rostro de Dios
«Los misioneros no hacen filantropía, manifiestan el rostro de Dios», afirmó Cristina. «Lo que urge hoy no es hacer acuíferos, sino hablar de Cristo». Y es que, según ha explicado, el hombre de hoy tiene una profunda nostalgia de Dios. «La respuesta a esta nostalgia es el amor y la ternura de Cristo que se percibe en tantos creyentes, especialmente en los misioneros», apostilló.
Ante la ‘batalla cultural’ actual, Schlichting ha subrayado la valiente actitud del Papa Francisco, quien ve la dignidad del hombre más allá de lo que produzca, y anima a salir a su encuentro. Los misioneros han seguido este camino, y son la respuesta a la sociedad mercantilista, ya que regalan su vida gratuitamente.
Alfonso Simón y José Beltrán
La mañana ha terminado con una mesa redonda dedicada al papel de los misioneros en los medios de comunicación. Alfonso Simón, delegado episcopal en el semanario Alfa y Omega, ha subrayado la importancia de la alegría de evangelizar en la Evangelii gaudium, y ha explicado que esta misma es la que mueve a la redacción del semanario. José Beltrán, director del suplemento de La Razón dedicado a la información religiosa -La Razón de la fe-, ha agradecido a los misioneros su labor de embajadores para la publicación que dirige y ha insistido en la necesidad de potenciar la creatividad técnica para hacer llegar el Evangelio.