(EP/InfoCatólica) El Santo Padre ha señalado que la Iglesia de Zimbabwe «está siempre al lado del pueblo» sobre todo en los momentos «de frustración y desesperación» y ha subrayado su gran contribución al país africano «antes y después de la independencia».
Por eso, el Pontífice ha apelado a los obispos de Zimbabwe a que conduzcan al país «con gran delicadeza hacia la unidad y la rehabilitación». También ha puesto de manifiesto que los cristianos «conforman todos los partidos políticos» y que algunos de ellos «tienen de autoridad», pero ha matizado que todos necesitan «conversión y curación».
El Papa ha pedido a los obispos que alienten a los fieles «en la creencia de que el Señor no dejará de escuchar el grito de los pobres» al recordar que muchas personas de ese país «han llegado al límite de humanos y no saben a dónde acudir».
Por otro lado, también ha ofrecido un pensamiento a la preparación y orientación de jóvenes católicos que quieren un matrimonio cristiano para que puedan aprovechar la «riqueza de las enseñanzas morales de la Iglesia sobre la vida y el amor» con el fin de encontrar «la verdadera felicidad en la libertad como padres y madres».