(AVAN/InfoCatólica) Ante más de 200 políticos, empresarios, profesores, banqueros y periodistas asistentes al desayuno, organizado por organizado por Nueva Economía Fórum, el arzobispo de Valencia y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española ha rechazado la terminología «enseñanza pública o enseñanza privada» porque es una «traición a la dignidad del ser humano».
«Toda la enseñanza es pública, una está promovida por el Estado y otra por otras entidades sociales y esto es legítimo en cualquier país democrático y civilizado, porque los padres de los niños que van a colegios que aquí se llaman privados pagan exactamente igual a Hacienda que todos los demás», ha indicado monseñor Osoro, respondiendo a una de las preguntas de los participantes.
«Cultura del encuentro» ante «el mayor riesgo hoy, la tristeza individualista»
Por otra parte, el titular de la archidiócesis de Valencia ha instado a promover la «cultura del encuentro» porque «quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que conocer al otro y buscarlo». En cambio, «el gran riesgo del mundo actual con su múltiple y abrumadora oferta de consumo es esa tristeza individualista que brota de un corazón avaro y cómodo que busca cosas superficiales y vive una conciencia aislada para si mismo». A este respecto, ha asegurado que «esta sociedad ha logrado multiplicar ocasiones de placer pero encuentra muy difícil encontrar alegría y esperanza».
«Sin Dios, más esclavitudes»
Asimismo, monseñor Osoro ha asegurado que «sin Dios presente la esclavitud hoy sigue existiendo aunque en las constituciones de los países esté ausente». El prelado ha afirmado al respecto que «hoy las esclavitudes son más grandes y adquieren aspectos más diversos que en las épocas en la que estaban reconocidas, aceptabas e incluso legisladas».
Criticó «la cultura del bienestar que nos anestesia a todos» y lamentó que sea no sea noticia que un mendigo se muere en la calle y sí lo sea los vaivenes de bolsa. «El dinero debe de servir pero no gobernar», recalcado.
Corrupción y nuevos movimientos eclesiales
Monseñor Osoro respondió también a tres preguntas muy directas sobre la corrupción. Aseguró que «hay una justicia humana que es la que se tiene que implementar». y que «la dinámica de la Iglesia ha de ser la de dar la vida por el otro, sea quien sea; la dinámica del bien, de la atracción, del amor y de la esperanza, y no del juicio».
Y señaló que los movimientos eclesiales son «una gracia de Dios» y «la riqueza de la Iglesia» ya que el Espíritu Santo que la «dirige entrega en cada momento lo que se necesita». «Para mí son necesarios y siempre acogidos de todo corazón», aseguró.
Preguntado sobre su futuro en la Iglesia, monseñor Osoro ha destacado que «soy Arzobispo de Valencia y aquí estoy muy a gusto».