Virgen consagrada con síndrome de Down

Cristina Acquistipace: «la vida es un don y debe ser vivida como un don»

Se llama Cristina Acquistipace, tiene 41 años y en el 2006 fue consagrada en el ‘Ordo Virginum', Orden de las Vírgenes. Ella tiene algo especial: Cristina nació con síndrome de Down y se ha convertido en un testimonio valiente de amor a la vida. Tal como ella misma contó a Roma Sette, diario de la diócesis de Roma: «Soy una simple mujer de 41 años que cree en la vida. Fui afortunada porque mi familia no redujo mi persona a mi enfermedad y creyó en el maravilloso don de Dios. La vida es un don y debe ser vivida como un don».

(RomaSette/GaudiumPress) Una vida que no ha sido fácil, como ella misma relata, pero que no le ha impedido dar gracias a Dios por el inmenso regalo de tenerla: «He vivido junto a mi familia una vida difícil, amarga, dolorosa, pero esto no nos ha impedido vivir la vida como un don, aceptando las propias limitaciones y ‘explotando' los talentos que el Señor me ha donado».

«Debemos seguir adelante pese a la fatiga. Pienso en la fatiga de nuestro Señor Jesucristo y esto me da fuerzas para seguir adelante en mi camino, teniendo los ojos fijos en el objetivo que debo alcanzar. En definitiva, la vida es un viaje en el cual todos somos llamados, y un camino para todos», continua.

Misionera por un tiempo en África

Sus facultades diferentes tampoco le han impedido hacer realidad unos de sus más grandes sueños: ser misionera en África. Tras entrar en el Orden de las Vírgenes en el 2006, cuando fue consagrada por el entonces Obispo de Como, Mons. Alessandro Maggiolino, fue a Kenia junto con su tía religiosa, una vivencia que le ayudó a madurar en la fe y en su vocación como consagrada. Una experiencia en Dios que le ha traído felicidad y realización: «Soy una mujer feliz, realizada y contenta, con una misión particular. Con esto no quiero decir que no he sufrido, pero el sufrimiento forma parte de la vida».

Y una consagración que la renovó en todos los aspectos de su vida, pese a su discapacidad: «Mi vida no ha cambiado, soy yo la que ha cambiado. Mi corazón y mi fe han cambiado. Mi interior ha cambiado, el resto permanece igual. Ha cambiado el modo de relacionarme con la vida y de ver las cosas con ojos diferentes, con una actitud diferente y con una conciencia diferente».

Comenta también que todos tenemos una misión, y la de ella «es vivir la vida no obstante todo, superando las dificultades de cada día. Quiero vivir mi vocación dentro de mi familia, de mi parroquia y de la sociedad».

Lema inspirado en San Juan Pablo II

Su lema de vida se inspira en San Juan Pablo II quien decía: «Toma tu vida y crea una obra maestra», que complementa con un lema personal: «Me tropiezo, pero no me rindo».

Por ser luz en medio de la llamada «Cultura de la muerte», Cristina recibió recientemente el premio «Una vida por la vida» de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Roma.

 

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3 comentarios

Gloria Irene ( Flavia )
Dos cositas:

1.- No es "la" Orden de las Vírgenes, sino EL Orden de las Vírgenes. No es una orden religiosa, sino un sector de fieles dentro de la Iglesia, en este caso es el Ordo Virginum.

2.- No es la "hermana Cristina". Somos seglares, por tanto nada de Hna. y nada de "Sor". Hermanas de todos en Cristo, como todo bautizado, pero seglares, contemplativas en el mundo, viviendo de nuestro propio trabajo, representando por una consagración especial la esponsalidad de la Iglesia y sirviéndola en lo que podamos. Pero nuestro principal ministerio es el "Ministerio de oración". Y con muchísimas jóvenes de excelente preparación.

3.- Es una consagración pública y solemne conferida por el Obispo diocesano. Somos unas 3.000 en 62 países y así como 200 en España. Es difícil dar números exactos, todos los años hay consagraciones. Únicos superiores: el Papa y el Obispo diocesano.

4.- Nuestras antecesoras son las primeras vírgenes cristianas, aquellas de los primeros siglos.

Dicho esto, un gran abrazo a Cristina si lee esta página. ¿Te acuerdas de Roma-2008? Qué maravilla, ¿verdad? Aquella mañana con el Papa Benedicto, aquellas visitas a las basílicas de nuestras primeras hermanas mártires en el Imperio romano...
8/05/14 7:28 PM
Bruno
¡Estupendo artículo y estupendo testimonio de esta virgen consagrada!
8/05/14 8:39 PM
Gloria Irene ( Flavia )
Veo que se han corregido en el texto los aspectos que yo apuntaba.

Lo hago constar, ya que no lo dice quien lo haya hecho, y no quiero que parezca que escribí mi opinión sin tener base para hacerlo.
9/05/14 12:02 AM

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