(PL) Quien gobierne el país -que como es tradición será un político de confesión cristiana-maronita- deberá asumir sus responsabilidades para garantizar la atmósfera de estabilidad y seguridad nacional y regional, enfatizó el prelado durante la misa en Bkerke.
Por su lado, el ministro de Estado para Asuntos Parlamentarios, Muhammad Fneish, opinó que ninguna autoridad política libanesa podrá funcionar apropiadamente si la presidencia falla en salvaguardar la Constitución y la «tríada» partido-pueblo-ejército, porque dividiría a los libaneses.
A su vez, el vicesecretario general del movimiento de resistencia chiita Hizbulah (Partido de Dios), jeque Naim Qassem, afirmó que esa agrupación votará en la sesión parlamentaria por un presidente que crea en la soberanía libanesa, trabaje por construir un Estado y rechace el tutelaje foráneo.
El presidente que crea en la fórmula tripartita de soberanía, resistencia y construir el estado será el que elegiremos, apuntó Qassem al comentar a periodistas que «pienso que ustedes lo conocen bien, aunque no hemos mencionado su nombre», en alusión implícita a Michel Aoun.
Aoun, líder del bloque Cambio y Reforma y de la Corriente Patriótica Libre, declaró hoy al periódico kuwaití As-Seyassah que creía improbable anunciar su candidatura a la primera magistratura el martes, en el que se cree será apenas la primera ronda de votación para ese puesto.
El propio general retirado consideró que «el camino que lleva a la elección de un nuevo presidente está obstruido hasta ahora», si se toma en cuenta que no todos los bloques legislativos han anunciado sus posturas, porque «algunos están aún esperando por eventos externos», apostilló.
Samir Geagea, líder del partido Fuerzas Libanesas, fue el primero en formalizar su postulación a la presidencia, y aunque insistió hoy en que su programa de gobierno es claro, todavía no cuenta con el aval unánime de su bloque, el 14 de Marzo, del cual se prevé salgan otros contendientes.