«Somos muchos -la mayoría de la gente en Chile- que no quiere aborto»

Monseñor Stegmeier denuncia: «Si no luchamos contra el aborto, seremos una sociedad inhumana»

Entrevista al obispo de la diócesis chilena de Villarrica quien ha convocado -junto a la iglesia evangélica y organizaciones civiles- a una «Marcha por la Vida». Con argumentos de razón fundados en la cultura, la fe de las mayorías y la identidad histórica del pueblo, exhorta a orar y actuar a todos los católicos. En entrevista exclusiva con el periódico Portaluz, el padre obispo Stegmeier arenga al mundo cristiano a jugarse la vida por defender al Cristo que está presente en cada no nacido y cuyas vidas son amenazadas por una potencial ley de aborto.

(Portaluz/InfoCatólica) Este 25 de marzo es la primera vez que Chile celebra -por ley- el «Día del Niño que está por Nacer y la Adopción». Lo decimos en presente pues las actividades iniciaron el día 20 y culminarán este 29 de marzo con una «Marcha por la Vida», convocada por católicos e iglesias evangélicas, en la sureña ciudad de Villarrica.

Monseñor Francisco Javier Stegmeier, obispo de la diócesis, sorprendiendo a muchos, ha emitido una convocatoria amplia al evento, que ha titulado «Por una cultura de la vida».

¿Qué señal espera dar esta marcha del día 29 al poder ejecutivo y legislativo en Chile?, ¿importa el número de personas que asistan?

Escuchando la opinión de muchos fieles e instituciones de la zona, fue que decidimos juntarnos para realizar esta marcha por la vida. Por ello están vinculadas en la organización instituciones católicas, evangélicas, civiles, juntas de vecinos, la misma municipalidad y concejales. Es una iniciativa de la ciudadanía quienes piden que en Chile se respete la vida de toda persona humana desde la concepción hasta su muerte natural.

Hoy los poderes del mundo imponen una «cultura de la muerte». Es decir, poderosos organismos internacionales y nacionales, con una gran cobertura mediática y financiamiento de distintas instituciones, despliegan una campaña que promueve la muerte de los más indefensos, de los más débiles e inocentes, como son los niños que están por nacer. Frente a esto nosotros, con nuestros escasos medios, queremos dar un signo. ¡Somos muchos -la mayoría de la gente en Chile- que no quiere aborto, que no quiere que se pasen a llevar los derechos de los niños por nacer! Esperamos tener una convocatoria significativa. Dios sabrá cuánta gente vendrá, pero, por lo que percibo ahora hay mucho interés –no solamente en Villarrica- sé que personas de Temuco, Valdivia quieren venir. Es una convocatoria que está abarcando mucho más allá de nuestra región. Por tanto, manifestamos a las autoridades, al poder político, al gobierno, a los parlamentarios, etcétera, que no queremos que en Chile se apruebe la ley de aborto y ningún tipo de aborto.

En su carta de apoyo afirma la importancia de construir una «cultura de la vida». ¿Confía ocurra el milagro… que el poder ejecutivo y legislativo en Chile desistan de una ley de aborto?

Quienes creemos en el Señor, que es omnipotente, también creemos que es capaz de hacer grandes milagros y convertir incluso a los más endurecidos de corazón. Por eso, junto con la manifestación pública, invito a orar mucho. ¡La oración mueve montañas! Es importante la confianza en Dios. Dice el Señor en el Evangelio que «hay demonios que sólo se expulsan con la oración y el ayuno». En tiempos de cuaresma, también debemos ayunar pidiendo a Dios la conversión de quienes están tratando de imponer el aborto, que es un crimen abominable, según dice Gaudium et Spes, en el Vaticano II.

Yo reconozco que somos pobres, porque solo por nuestros medios no tenemos capacidad de llamar la atención de quienes más poder tienen en este mundo, pero, tenemos todo el poder de Dios. Yo creo que es posible cambiar la mentalidad de personas que están tratando de imponernos esta cultura de la muerte. Así que, por vía racional, hay que hacer ver que el aborto no tiene ningún sentido, ni médico, ni científico, ni nada. Después, a nivel de la concentración de personas en las manifestaciones, al menos si no se logra captar por la razón, que al menos, que por el número de personas, se den cuenta que la sociedad no quiere el aborto. Y en tercer lugar, está la confianza puesta completamente en Dios, quien es el que lleva adelante toda la historia y Él es capaz de hacer cumplir los milagros que nosotros no somos capaces.

Su carta de apoyo a la marcha del día 29 ¿Es una arenga a los laicos para que se comprometan en contra de leyes contrarias a los valores del Evangelio, como la del aborto, el AVP y el matrimonio igualitario?

¡Claro que sí!, pues no podemos permitir que venga esta aplanadora que va a eliminar todas las instituciones que son fundamento de la sociedad. El fundamento de la sociedad está en el respeto a la persona humana, en el matrimonio entre hombre - mujer, y en la familia, que se constituye sobre el matrimonio. Por tanto, lo que debemos comprender es que lo que existe detrás es una intención de cambiar los conceptos fundamentales de la persona humana, del matrimonio y de la familia. Entonces pueden manipular fácilmente las conciencias de todas las personas. Lo que hay es una intención de una re-ingeniería social. Es cambiar conceptos que son de orden natural, fundados en la dignidad de la persona humana y finalmente en Dios, que es el autor de todas las cosas.

¿Qué espera usted que ocurra en Chile?

Frente a esta arremetida antihumana, anticristiana, espero que se produzca un despertar de los cristianos. Darnos cuenta que lo que hay detrás no es una neutralidad respecto a la persona, respecto a la familia y al matrimonio, sino que es un ataque frontal a estas instituciones que se basan en el derecho natural y que nacen de lo que es la persona humana. No es un problema cultural, o meramente religioso. Sino que es atacar el concepto mismo de persona humana. Por lo tanto, cuando entra el aborto, estamos simplemente en presencia de un sistema político totalitario, disfrazado de democracia. Por tanto, si hay aborto, ninguna persona está libre de la arbitrariedad del poder político. Es decir, caemos al nivel del nazismo, del comunismo.

¿Es real que quienes abortan, participan de un aborto, incluidos los políticos que legislen a su favor arriesgan con ello la pena canónica de excomunión latae sententiae, vale decir,de manera automática?

Claro que sí. La excomunión se aplica a quienes son católicos. A quien aborte, quienes cooperan, e incluso yo diría mucho más… al autor intelectual, quienes elaboran las leyes y las aprueban. En el caso de los no católicos, van a cometer un crimen abominable y serán responsables ante Dios, porque es un tremendo pecado. Así que ellos también tendrán que responder luego ante el supremo juez. Por ello con esta marcha estamos pensando en los niños que podrían ser abortados, quienes son las principales víctimas del aborto. Pero también, en las mujeres que abortan, quienes también son víctimas, porque el trauma post aborto está vivo. Para la mujer siempre será un peso para su conciencia. Toda su vida cargará con una situación en la que en algún momento de la vida abortó a un ser indefenso, inocente, débil, y que más encima, era su hijo. Por eso, ir contra la ley de aborto es también en el fondo defender a quien aborte, porque la sociedad misma se destruye con el aborto, la mujer misma queda profundamente herida. Es ir procurando el bien precisamente de todo: De la sociedad, del matrimonio, de la familia, de la mujer, y del niño. Es decir, si la mujer ve en el aborto un derecho, en el fondo esa mujer está equivocada. El aborto es para ella una decisión que cargará toda su vida.

En su convocatoria enfatiza que la oración es el «arma más eficaz frente a las insidias que amenazan a la vida del niño por nacer». ¿Qué otras estrategias se pueden generar para hacer frente a la arremetida pro abortista?

Cada católico debe ser apóstol en su ambiente. Los padres de familia en su hogar, los profesores católicos y los no católicos que estén por la vida en sus colegios, con sus alumnos; quienes tengan alguna responsabilidad política o social en su ambiente de trabajo; al igual que los periodistas y los comunicadores sociales; los sacerdotes, los pastores, los obispos. Cada uno tiene que, en su ambiente, ser apóstol de la vida. Y luego, dentro de lo que cada uno pueda, a través de las manifestaciones públicas, a través de cartas. Es muy importante que los católicos y todos los cristianos por la vida nos levantemos en una causa que de todas hoy es la más urgente: defender al niño por nacer.

Hemos hablado de las estrategias y las consecuencias de esta cultura de la muerte. Pero, ¿contra quién o quiénes se está luchando?

Usted sabe que la Sagrada Escritura nos dice que el mundo yace bajo el poder del demonio. Por tanto, para un cristiano quien está detrás de la cultura de la muerte, es el demonio quien quiere que la obra de Dios se destruya. Pero, además de eso, hay tantas instituciones internacionales. Pensemos por ejemplo en las Naciones Unidas, la ONU mujeres, que tiene como finalidad principal llevar adelante la aprobación del aborto en todo el mundo. También hay tantas ONGs internacionales, que están dedicadas esencialmente a promover el aborto. Después, estos movimientos feministas, de género, que también tienen como trasfondo el aborto. Luego, usted sabe que hay una industria del aborto… hay intereses económicos muy fuertes en la promoción de esta ley del aborto.

Nosotros no contamos con ese apoyo. Piense en lo que ocurre con los medios de comunicación social. En general la televisión, el cine, la radio, la prensa, promueve el aborto. Es muy raro que podamos tener un acceso así de masivo en la televisión o en la prensa para quienes promuevan la cultura de la vida. Es decir, estamos bastante solos, contracorriente, pero con la certeza de que contamos con la presencia de Dios y que esta batalla ya está ganada. Es una batalla larga, difícil, habrá muchos caídos, habrá muchas derrotas, pero usted sabe que la batalla está ganada porque contamos con la ayuda del Señor y también contamos con la certeza racional, pues el aborto va en contra de todo argumento de razón, de fundamento científico, de ningún tipo. Por eso, tendrá que vencer finalmente la verdad respecto a este tema.

¿La oración es la mejor arma para impedir la promulgación de leyes contrarias a los valores del Evangelio?

¡Sí!. Yo estoy seguro que es así, porque la oración es el arma de esta lucha por la vida, por eso el fruto de la oración será un apostolado que defienda el derecho de los niños a nacer.

La defensa del niño por nacer no se puede aislar del seno en el cual tiene que darse la procreación, el nacimiento y la procreación de un niño. El matrimonio, como Dios quiere que sea, que constituye la familia, que a su vez es constitutiva de la sociedad. Y el último fundamento de esto es Dios, porque el hombre es a imagen y semejanza de Dios. Si Dios no está, tampoco está la persona humana… sin no hay persona humana, se puede matar y se puede hacer cualquier cosa con ella. Sin la persona humana, tampoco habría distinción entre hombre y mujer, tampoco hay matrimonio. Por eso, la defensa de la vida humana no es algo aislado, no es una cosa que se da en otros, sino que está en juego hoy, con esta ley de aborto, la concepción que tenemos del hombre en el matrimonio, en la familia, en la sociedad. Si no luchamos contra el aborto, simplemente veremos que en Chile habrá un cambio social tan grande que seremos una sociedad inhumana, antihumana, que matará a todo aquel que esté débil y que no tenga la capacidad de defensa.

6 comentarios

generalife
Es verdad.al principio de la lucha por la vida pensaban que en cuanto hubiese pruebas científicas de que allí había una vida todo cambiaria, luego que cuando viesen una ecografía quedarían tocados y no fue así y se inventaron la sinrazón de que no era un ser humano, solo un ser vivo, luego se pensó que cuando vieran las fotos de los llamados "restos sanitarios"se conmoverían y el resultado fue la ley de plazos que tenemos.Cada vez más crueles.
El lenguaje que usan es espeluznante hay algunas que se arrepienten y que no lo harían si estuvieran apoyadas pero hay muchas que se lo toman igual que cualquiera que se quita una muela del juicio: Es una lata luego estoy hinchada y comiendo con pajita pero es un estorbo que hay que quitar. Para ellas es lo mismo porque es un patinazo indeseado que hay que arreglar y se quedan tan felices. Cada vez más crueles
28/03/14 9:39 PM
Faramir
Monseñor, los chilenos pro-vida serán un mayoria, pero las elecciones parlamentarias y presidenciales las han ganado candidatos abortistas. Luego los pro-vida o no son tantos o no votan de acuerdo con sus ideas, y en esto último le cabe algo de culpa a la Iglesia.
29/03/14 12:58 PM
maria
Sería un Milagro; en Chile,hoy en día con un gobierno y parlamento de mayoritaria de izquierda Pro-Abortista es muy dificil que no ocurran abortos " legales " ; en un país en que se abolió la pena de muerte, si se condenarán a muerte a seres absolutamente indefensos e inocentes,y quien hará de juez y lo condenará a pena capital será la propia madre, hasta el mas cruel y feroz criminal tiene derecho a defensa,el niño por nacer NO tendrá ese derecho fundamental consagrado en todos los paises del planeta; todo esto amparado el la supuesta protección de la salud fisica,psicologíca y mental de la "madre"; a todo esto el padre no le dejarán decir nada,opinar ni decidir nada,como si ese niño soló fuera propiedad de la "madre", y no lo es; es un ser con vida propia.Es de una incoherencia total que se hable y exija el cumplimiento de los derechos humanos y los derechos del niño o se respete el derecho basico a vivir; esta presidente habla mucho y usa la palabra ciudadania,¿pero que sucede con las personas que no estamos de acuerdo con el aborto y con nuestros impuestos que no son bajos pagarán los abortos?.
29/03/14 11:36 PM
Chizon
De ser cualquiera de las dos opciones anteriores, la gente esta disconforme.

Al comenzar el gobierno anterior, nadie protestaba, hasta que un dia , una protesta en contra de una central electrica, abrio la temporada de quejas. Y ello cambio un poco el curso parlamentario.
30/03/14 12:28 AM
Antonio José, desde Maracena
María, pues ya ve hasta dónde llega la perversión del sistema democrático: incluso convierte en partícipes de ese crimen, vía impuestos, a muchas personas de bien que son contrarias a él y que ni siquiera han votado a esa presidenta. Y respecto al uso de la palabra "ciudadanía", pues ya ve, otra perversión más: supongo que se pretenderá hacerle creer a la gente que la mayoría de ciudadanos chilenos ha elegido esa potencial ley cuando es completamente mentira. Si no estoy equivocado, en Chile ha votado sólo un 41%, y de ese 41%, un 62,4% a Bachelet. Conclusión: Tan sólo un ridículo 25,5% de los chilenos con derecho a voto ha elegido a esa presidenta.

Impecables los argumentos de Monseñor Stegmeier.
30/03/14 6:00 AM
Gloria
Qué alegría. Es una lucha difícil la que se avecina, por eso la presencia de obispos valientes y cercanos al Magisterio es esperanzadora.

Y aunque no se puede olvidar que candidatos convincentes pro-vida no había, también pienso que parte de culpa tiene la Iglesia por no tener un gobierno pro-vida. Me refiero tanto a los laicos por no formarse y no informarse, como al clero, por su negligencia.

¿Por qué? De los "principios no negociables" de Benedicto XVI, al que nuestra Iglesia chilena otorga preponderancia y menciona en todo documento, artículo y sermón es el tal vez relativo al bien común, que el Papa Emérito menciona en cuarto lugar.
Pero, el bien común entendido en la forma de “solidaridad con los pobres y oprimidos”. Y es la frase típica que se escucha en toda alocución y su lee en todo escrito. A veces pienso que les falta imaginación para poner cualquier otra cosa y con esa frase salvadora creen que suenan muy evangélicos.
Y el más importante de todos, el derecho a la vida, sin el cual ningún otro derecho tiene sentido, se recuerda cuando se alude a los detenidos desaparecidos durante el gobierno militar. Y sería todo.

Entonces, con malos candidatos, sacerdotes progres, cercanos a la teología de la liberación y a la izquierda, laicos desinformados, consumistas y secularizados, no es mucho lo que se puede lograr.

Por eso, es una alegría y una esperanza la presencia valiente de Monseñor Stegmeier y sus declaraciones.
30/03/14 6:10 AM

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