(AP/Infocatólica) A pesar del fallo del tribunal inferior, la corte de apelaciones ya había permitido que algunas normas entraran en vigor mientras analizaba el caso. La decisión más reciente significa que más regulaciones comenzarán este año, como estaban programadas, y deja todo dispuesto para una probable apelación ante la Corte Suprema federal.
En su fallo, el tribunal de apelaciones dijo que la ley «no impone una carga excesiva sobre la vida y la salud de una mujer».
El año pasado, los legisladores de Texas aprobaron algunas de las restricciones más fuertes en Estados Unidos sobre cuándo, dónde y cómo pueden las mujeres obtener servicios para abortar. La legislatura controlada por los republicanos requirió que los doctores que practiquen abortos cuenten con el visto bueno para poder trabajar en un hospital cercano, e impuso límites estrictos a los médicos que recetan píldoras para inducir al aborto.
El debate sobre la ley hizo que miles de manifestantes de ambos bandos llegaran hasta el capitolio estatal en Austin y provocó una maniobra obstruccionista de más de 12 horas de parte de la senadora estatal Wendy Davis, una demócrata de Fort Worth que logró bloquear temporalmente la aprobación de la medida. A pesar de que esas restricciones posteriormente se aprobaron por abrumadora mayoría, el episodio catapultó a Davis al estrellato político y ahora es candidata a gobernadora.
Los líderes republicanos en Texas se oponen al aborto, salvo en los casos en que la vida de la madre está en riesgo. Al aprobar la nueva normativa, argumentaron que estaban protegiendo la salud de la mujer. Sin embargo, los partidarios del derecho al aborto califican las medidas como un intento de prohibirlo de facto en todo el estado a través de la regulación excesiva.