(EP/InfoCatólica) Len explica a Europa Press que la ‘New Age’ tiende a no ser agresiva en su planteamiento, promoviendo la integración de la diversidad de religiones, por ejemplo, pero aclara que sus fundamentos son «claramente diversos a la fe de la Iglesia» pues, mientras en el catolicismo Dios es el Dios personal, para la Nueva Era es la energía cósmica, y mientras para la Iglesia la reconciliación se encuentra a través de los sacramentos, para la New Age, se hace por medio de distintas terapias.
Para Len, la New Age, con una presencia «muy grande» en el mundo occidental y también en España, es «una especie de supermercado espiritual, donde escoges, entre una gran variedad de ofertas, lo que se acomoda a ti».
Según indica en el libro, la Nueva Era «no es una religión, pero es religiosa; no es una filosofía, pero es una visión del hombre y del mundo; no es una ciencia, pero se basa en leyes científicas». Len plantea que es un «desafío» porque la New Age se presenta como «una alternativa, una respuesta para la persona estresada, cansada, que quiere una armonía, una reconciliación, que quiere acercarse a Dios sin tantas mediaciones, de forma más inmediata».
No obstante, alerta de que este movimiento plantea un camino que «no lleva a la realización de la persona sino que la deja centrada en sí misma» y presenta sus terapias e ideas «como medio de autosalvación». También destaca que supone un desafío para la razón pues la comunidad científica «cuestiona muchas de las terapias de la Nueva Era» por falta de «fundamento científico» y de «procesos auténticamente probados de mejora».
Los orígenes de la New Age se sitúan en Norteamérica, sobre todo, cuando se hablaba mucho del cambio de la Era de Piscis–oscurantista, que generaba divisiones–a la Era Acuario–paz, luz, armonía–. Este cambio de era debería haberse producido en torno al año 2000, según precisa Len. Sin embargo, como a partir de esa fecha «no ha venido ninguna era de oro, de paz, alegría» sino que «los conflictos y las guerras han crecido», el tono del discurso de la New Age ha «virado» a «una mirada más individualista», de forma que «ya no se habla tanto del cambio global sino de la nueva era personal».
Len asegura que una persona puede estar afectada por los mensajes de la New Age y no darse cuenta. Una manera muy clara, según afirma, se da en terapias que en algunas ciudades españolas son comunes como el ‘reiki’, un tipo de «masaje energético» que busca «la relajación, la armonía».
«Muchos dicen que no ven ningún problema en eso, pero cuando uno entiende que es un punto de partida, que va llevando primero a un masaje físico, de ahí se pasa a un masaje que es transmisión de energía, de ahí se pasa a veces a leerte tu futuro, a transmitirte mensajes. Sin darte cuenta y empezando como una cuestión de relajación, termina llevándote a una realidad esotérica», explica.
Incluso en las películas se encuentran mensajes de la New Age, según indica, como en Harry Potter, en la línea de la magia. Aunque, para Len, la mejor expresión de esta ideología es ‘Avatar’ pues presenta un mundo paralelo que es «el modelo de la Nueva Era» pues es «armonioso, luminoso» donde la persona está en armonía y en conexión con la naturaleza.