(Agencias/InfoCatólica) El arzobispo de Pamplona y Tudela, monseñor Francisco Pérez, quiso ayer enviar un mensaje a todos los jóvenes durante la eucaristía que cerró la primera peregrinación a Javier, durante una mañana soleada y primaveral.
Un total de 18.485 personas acudieron a Javier este fin de semana: 8.540 el sábado y 9.945 el domingo, según los datos de la Agencia Navarra competente. Ayer se contabilizaron 1.400 vehículos y 79 autobuses. Además de navarros, había peregrinos procedentes de Madrid, Aragón, La Rioja, País Vasco, Comunidad Valencia y Andalucía, entre otras.
El arzobispo centró su homilía en los jóvenes peregrinos, que hicieron el ViaCrucis antes de participar en la Misa Solemne en la explanada del Castillo de Javier. Comentando el evangelio del primer domingo de Cuaresma, les advirtió de que «las tentaciones también están en ellos». «Los jóvenes tenéis que ser valientes y tenéis que vivir en esa humildad para saber que Dios debe ser el centro de vuestro corazón», les dijo.
Asimismo, les avisó de que «el diablo» les va a presentar «distintos dioses» en la vida, «dioses que son el poder, el dominio, la pasión, el vivir en el hedonismo, y el vivir a veces a expensas sólo de aquello que destroza, que es la pasión muy centrada en el yo».
«Esos dioses hemos de eliminarlos», defendió Mons. Pérez, que agregó que «si te dedicas a mirar las cosas donde lo único que te importa es embriagarse de alcohol o de droga o de sexo, creyendo que eso te va a hacer feliz es como se te pusieran en el alero del templo y te dijeran: ‘no te preocupes, que vas a ser muy feliz, tírate».
Así, ha llamado a los jóvenes a «ser valientes, como Francisco de Javier». «Vosotros sois los que vais a renovar la sociedad, pero no lo olvidéis, no con las propuestas del relativismo del laicismo, de la corruptela que a veces viene y que entra como un virus en el corazón, que es ‘diviértete, pásalo bien, no te preocupes de los demás’», les ha dicho.
«No tengáis miedo, tentaciones tenemos todos. No nos dejemos llevar por aquellas cosas que aparentemente dan la felicidad y son un engaño», insistió, repitiendo las palabras de San Ignacio a San Francisco Javier: «¿De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?»
Momentos emotivos
La eucaristía se celebró a las 10 de la mañana y estuvo concelebrada por el superior de los Jesuitas, Javier Cortabarría, y el obispo auxiliar, Juan Antonio Aznárez, a los que acompañaron cerca de 40 sacerdotes que acudieron a la Javierada con sus respectivas peregrinaciones desde Sevilla, Albacete y Madrid hasta Santander, Valencia, Bilbao, Zaragoza o San Sebastián.
Antonio Guerrero Leoz, organista de la Basílica, se encargó de la parte musical y el seminarista Juan Bernabé Gorostidi, de 19 años, de leer las peticiones. Además, Jesús Garayoa Arraiza y María Narbona Cárceles leyeron las lecturas.
En el castillo del patrón de las misiones el arzobispo lanzó una petición general por la paz en el mundo y, más concretamente, por la paz en Ucrania y en otros países donde lo están pasando muy mal.
Además, durante la misa hubo varias alusiones a las figuras de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, que en breve serán canonizados. Ambos estuvieron en Javier y, de hecho, ayer se lució de nuevo la bandera del Vaticano que se bordó con motivo de la visita de Juan Pablo II en 1982. Junto a ésta, cinco misioneras de Cristo Jesús se encargaron de subir al altar otras tantas banderas en representación de los continentes. Henriette Makila, Debra Rodríguez, Nerea Fernández, Victoria González y Maribel Alonso portaron las piezas verde, por África; roja, por América; azul, por Oceanía, blanca, por Europa y amarilla por Asia, bajo los aplausos emocionados de los peregrinos que reconocieron la labor de los misiones y, en concreto, de los mil navarros dispersos por 55 países del mundo.