(Fides/InfoCatólica) El imán explica que «cuando estaban en el poder no han sido capaces de gestionar el país, ya que han estado saqueando y cometiendo actos de violencia. Si los musulmanes centro-africanos no hubiesen optado por un silencio cómplice, esto no habría durado más de un mes. Si queremos la paz, debemos ser imparciales y condenar todo tipo de violencia»
Seleka es una coalición de grupos rebeldes, en su mayoría compuestos por musulmanes, que habían tomado el poder en Centro-áfrica, en marzo de 2013 y luego fueron perseguidos por grupos anti Balaka, a menudo descritos como una coalición de cristianos. Los Anti Balaka son los responsables, a su vez, de crímenes contra los musulmanes, pero también contra cristianos que los han defendido.
La crisis es político-militar, no religiosa
El Imam Kobine ha reiterado que la crisis centro-africana es «político y militar, no religiosa», señalando que el jefe de Seleka, «no es un imán», así como entre el liderazgo de la Lucha anti Balaka no hay sacerdotes o pastores. «Ningún líder religioso ha apelado al enfrentamiento religioso: la prueba es que vivimos juntos», ha agregado el Imán, que junto con el arzobispo católico de Bangui continúa lanzando llamamientos por la paz y visitando a los desplazados.
El Imam por último rechaza los intentos de los grupos islamistas extranjeros como AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) y el nigeriano Boko Haram, que buscan introducirse en la crisis centro-africana, afirmando «querer vengar a los musulmanes». «Si la situación de inseguridad persiste y las fronteras siguen siendo porosas, tememos que puedan llegar a Centro-áfrica», dice el Imam. «Pero nosotros no tenemos nada que ver con ellos. Prometen vengar a los musulmanes, ¿pero de que estamos hablando? Nosotros los musulmanes no estamos pidiendo venganza. Dios nos aconseja ser actores de paz. Y todos los cristianos locales no están luchando contra los musulmanes, es más algunos los protegen en diversas parroquias del país».