(ACN News/InfoCatólica) Se espera que la construcción comience en octubre de 2014, en Awali, a unos 20 km al sur de Manama, capital de Bahrein. Además de la catedral, habrá también un centro diocesano, apartamentos para los sacerdotes y el obispo, residencia para visitantes, dependencias para seminarios y reuniones.
Bahrein es la sede del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, que incluye Bahrein, Qatar, Kuwait y Arabia Saudi. Los cristianos constituyen una minoría del 10 por ciento de la población. Hay 100.000 católicos, de los cuales unos 2.000 son nacionales del país. Sin embargo, hasta ahora han tenido solo dos iglesias. «Bahrein tiene solamente una iglesia en la capital y una capilla pequeña en los suburbios. Esto significa que todas y cada una de las 28 misas que se celebran entre el viernes y el domingo están más que llenas», explica el arzobispo Petar Ratic, Nuncio de Bahrein, Qatar, Yemen y UAE y Delegado Apostólico de la Península Arábiga.
Ahora se va a construir una iglesia al sur del país, en la ciudad de Awali, que tendrá espacio para hasta 2000 personas. Ayuda a la Iglesia Necesitada apoya este proyecto con una donación excepcional, 760.000 dólares. Esta iglesia no solo será el principal centro para los católicos de todo Bahrein, sino también para los de los países vecinos de la región, sobre todos los Arabia Saudí, donde es imposible construir ninguna iglesia cristiana.
«Cualquiera que haya visto con sus propios ojos que tantas personas vienen a misa y a las catequesis puede comprender que verdaderamente se necesita este lugar», comentaba un dirigente de AIN que visitó en 2013 Bahrein.
El obispo Ballin no quiere perder tiempo. Ya hubo protestas de algunos musulmanes, y cualquier duda o demora podría conducir a nuevas dificultades respecto a la construcción. El arzobispo arzobispo Petar Ratic apoya la petición «de todo corazón», teniendo en cuenta que el mayor problema para la Iglesia en la Península de Arabia, además de la falta de libertad religiosa, es la carencia de iglesias y otras infraestructuras esenciales. También para el Nuncio el hecho de que el rey haya donado a la iglesia el terreno para construir la iglesia es un «milagro», puesto que es bien sabido que las autoridades locales son lentas y poco dispuestas a atender las necesidades de la creciente comunidad católica.