(Efe/InfoCatólica) Esta asociación ha dado a conocer un análisis del anteproyecto de ley de reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en donde considera que la legislación actual, que permite a la mujer acabar con la vida del ser humano que crece en su seno en las catorce primeras semanas de embarazao, es la única que garantiza la libertad e igualdad de la mujer.
A su juicio, la nueva ley considera a la mujer como «un vehículo, un objeto o receptáculo en función de las circunstancias que se den en el feto o, incluso en el posible feto» y cree que el Ejecutivo «parte de la prohibición como regla general» y admite luego una serie de excepciones.
Derecho a la intimidad versus derecho a vivir del no nacido
De esta forma, la mujer que no quiere cumplir con este papel de «recipiente del feto» ve mermados, según JpD, su derecho a la dignidad, su derecho a la libertad pues «otros deciden por ella» y su derecho a la intimidad pues «ha de desnudarse física y psíquicamente ante el comité y médicos que se le asignen».
De los derechos del ser humano no nacido, la asociación progresista no dice nada, de lo cual se deduce que, a pesar de lo indicado por el Tribunal Constitucional, carece de dichos derechos.