(Fides) Tras el encuentro, que ha tenido lugar en Bagdad en la mañana del 25 de febrero en la Catedral caldea de St. Joseph, se ha lanzado un llamamiento final enviado también a todos los partidos políticos y los representantes del gobierno y de las instituciones iraquíes.
En el comunicado de los prelados se enumeran algunas recomendaciones. Se pide a todos los cristianos rezar durante la Cuaresma pidiendo el don de la paz y la seguridad en todo el país. A las fuerzas políticas y sociales se les pide dialogar y buscar soluciones políticas urgentes a la crisis de la nación, para poner fin a la propagación de la violencia. Los obispos también se dirigen a los que han huido de Irak en los últimos años debido a la inestabilidad y al conflicto, pidiendo que los emigrantes regresen a su país.
Igualmente se considera la situación en Siria, y se expresa el deseo de la pronta liberación de los dos obispos y y de las religiosas de Malula secuestrados en el contexto del conflicto en Siria. También se expresa gratitud por los que el Papa Francisco está haciendo por la Iglesia, por el mundo y por la paz en todas las áreas devastadas por la guerra y la violencia, repitiendo a todos los cristianos su animo para permanecer en su propio país dando testimonio de su fe, aun en los tiempos y contextos difíciles.
Por primera vez, a la Asamblea de los Obispos Católicos iraquíes también han participado los superiores de órdenes y congregaciones religiosas. El organismo ha elegido al nuevo secretario en la persona de Shlemon Warduni, obispo auxiliar de Bagdad de los caldeos. Lo ayudará en su cargo Yousef Abba, arzobispo de Bagdad de los siro-católicos.