(Zenit/InfoCatólica) España se suma así al movimiento europeo en defensa de los derechos de la familia y de los niños que está liderado por La Manif Pour Tous de Francia.
El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, ha asegurado esta mañana que el movimiento contra la ‘familifobia’ tiene como objetivos fundamentales «defender el interés superior del niño frente a la amenaza de las adopciones por parejas del mismo sexo y su derecho a tener un padre y una madre; fortalecer la institución familiar frente a los intentos de equiparación con otras uniones de diferente naturaleza; y proteger la libertad de conciencia y de expresión frente a leyes mordaza impulsadas en Europa».
En rueda de prensa, Arsuaga se ha mostrado optimista al asegurar que «vamos a frenar la ola de ‘familifobia’ que algunos grupos intentan extender por Europa», al referirse al llamado Informe Lunacek que se vota en el Parlamento Europeo la próxima semana. Dicho informe, ha denunciado el responsable de Hazte Oír, «pretende crear una cartera de derechos exclusivos basados en la ideología de género y las presiones del ‘lobby gay’, que obligarían a los miembros de la UE a tipificar como delito la defensa de los valores familiares y los derechos de los niños».
«Cada vez más, las leyes tratan de restringir los derechos y libertades de los que no comulgan con los dogmas del lobby homosexual. Así, el que se atreva a tomar decisiones en conciencia será señalado», ha asegurado Arsuaga, que ha recordado el caso del director del colegio privado sevillano que ha sido imputado por un juez al decidir la no matriculación de un hijo de una pareja homosexual.
El presidente de Hazte Oír ha reclamado también al Gobierno de Mariano Rajoy que no abandone la defensa de la familia y que revierta las leyes ideológicas que han desnaturalizado jurídicamente el matrimonio en España y han facilitado el crecimiento de las rupturas familiares y la desestructuración social. «Algo falla cuando un gobierno no hace nada contra la desprotección jurídica y social de la familia y la infancia», ha lamentado Arsuaga.
El pasado mes de diciembre el Parlamento Europeo tumbaba por segunda vez el Informe Estrela, una propuesta sobre «la salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos», con Planned Parenthood, ILGA (Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales) o Amnistía Internacional como valedores.
La derrota de la moción abortista irritó especialmente al lobby gay del Parlamento. Este grupo de presión cuenta incluso con su propio caucus, o grupo informal de eurodiputados de distintos partidos que comparten un compromiso con la implantación progresiva de la agenda queer en las leyes de los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
Tras el fracaso de los activistas del lobby abortista y su Informe Estrela, ahora es el homosexualismo político quien vuelve a la carga con el Informe Lunacek (así llamado por su promotora, la eurodiputada austriaca Ulrike Lunacek, presidenta del Intergrupo sobre Derechos LGTB del Parlamento Europeo).
Conviene recordar que en 2013 Lunacek copatrocinó la enmienda 153 al Informe Estrela tratando de legitimar la pedofilia invocando la necesidad de una «educación sexual sin tabúes e interactiva» para los niños. La eurodiputada austriaca ha presentado el informe que lleva su nombre en la Comisión de Libertades civiles, justicia y asuntos internos (Libe) y está previsto que el Parlamento Europeo lo vote el próximo martes, 4 de febrero. Esta iniciativa pretende establecer una «Hoja de Ruta de la UE contra la homofobia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género», según señala el propio título del informe.
Ni la «homofobia» ni la «orientación sexual y la identidad de género» están definidas en ningún instrumento internacional de derechos humanos. Tampoco forman parte de la legislación de la UE. Si se aprueba la resolución Lunacek, el Parlamento Europeo legitimará la pretensión ideológica de estos activistas a través de una «Hoja de Ruta de la UE» .
En caso de aprobarse, las instituciones de la UE y los Estados miembros deberán comprometerse con una incoporación global de la perspectiva homosexualista en todos los ámbitos de las políticas públicas, incluyendo no sólo las que corresponden a competencias nacionales clásicas -como son la salud pública y la educación- sino también el empleo, el asilo y las relaciones exteriores. El Informe Lunacek incluye un mecanismo de veto en toda la UE para la comunidad LGBT: ninguna legislación futura de la UE podrá contradecir los intereses de los activistas gays.
Además, la Hoja de Ruta será instrumentalizada para forzar a los Estados miembros a permitir «el matrimonio del mismo sexo para todos», ya que insiste en los temas de ciudadanía, familias y libertad de movimientos. Las parejas del mismo sexo podrán asumir el derecho a la adopción, la fertilización in vitro y la maternidad subrogada. Y la Hoja de Ruta de la UE permitirá utilizar la coartada de «la incitación al odio» para silenciar a los críticos del homosexualismo y el activismo LGTB.
La incorporación de la perspectiva homosexual también se aplicará a los programas de la Comisión Europea para la juventud y la educación. Esto abre el camino para la existencia de cuotas de la comunidad LGTB para las becas Erasmus o los programas de intercambio de estudiantes para los adolescentes de la escuela secundaria .
Ante tal posibilidad, el movimiento cívico francés La Manif Pour Tous ha impulsado las manifestaciones «Por la Familia, la Infancia y la Libertad de Conciencia» de este domingo.