(Catholic.net/InfoCatólica) La fecha elegida entra en el contexto de los cincuenta años del Concilio Vaticano II y más particularmente del documento conciliar Perfectae Caritatis, sobre la renovación de la vida consagrada. Además el cardenal Braz, indicó los objetivos de este año «que consideramos un tiempo de gracia».
Recordó que el papa Francisco cuando tuvo el 29 de noviembre de 2013 el encuentro en el Aula del Sínodo con los 120 superiores generales de institutos religiosos masculinos, indicó el 2015 como el año dedicado a la vida consagrada, propuesta que fue «acogida con un largo aplauso por parte de la asamblea».
El Concilio y la Vida Consagrada
El cardenal brasileño reiteró su convicción de que el Concilio Vaticano II ha sido «un soplo de Espíritu Santo no solamente para toda la Iglesia, sino también en manera particular para la vida consagrada», la cual en estos 50 años «ha recorrido un fecundo camino de renovación», si bien ha reconocido que «no exente ciertamente de dificultades y fatiga en el empeño de seguir lo que el Concilio ha pedido a los consagrados: fidelidad al Señor, a la Iglesia, al propio carisma y al hombre de hoy».
«Queremos –dijo– que este año sea una ocasión para recordar «con memoria grata» este pasado reciente y este es el primer objetivo del Año de la Vida Consagrada».
El purpurado añadió que si de un lado «queremos reconocer y confesar nuestra debilidad, queremos también 'gritar' al mundo con fuerza y alegría la santidad y la vitalidad que están presentes en la vida consagrada».
Y recordó la existencia de santidad a veces escondida pero no por ello menos fecunda, en los monasterios, conventos, casas de los consagrados, que lleva a estos hombres y mujeres a ser 'imágenes vivientes' del Dios tres veces santo'.
Momento delicado y fatigoso
«Con la mirada positiva sobre este tiempo de gracia que va del Concilio a hoy, queremos y este es el segundo objetivo 'abrazar al futuro con esperanza'. Somos muy conscientes de que el momento actual es 'delicado y fatigoso' y que la crisis que atraviesa la sociedad u la misma Iglesia toca plenamente a la vida consagrada».
«Esta esperanza -añadió el cardenal Braz de Aviz- no nos ahorra, y de esto son muy conscientes los consagrados, 'vivir el presente con pasión', y este es el tercer objetivo del Año» el cual «será un momento importante para 'evangelizar' la vocación propia y dar testimonio de la belleza de la 'sequela Christi' en las múltiples formas en que se desarrolla nuestra vida».
«Los consagrados recogen el testigo que les dejaron sus fundadores» recordó el purpurado y «quieren despertar al mundo con su testimonio profético». Y concluyó indicando que todo esto llevará a los religiosos y consagrados a continuar en el renovamiento propuesto por el Concilio, potenciando su relación con el Señor, la vida fraterna en comunidad, la misión y atendiendo con una formación adecuada los desafíos de nuestro tiempo».
El programa
Mons. José Rodríguez Carballo, presentó el programa propuesto para el 'Año de la Vida Consagrada', que el Santo Padre deberá aún confirmar.
Su inauguración se realizará con una celebración solemne en la basílica de San Pedro, posiblemente presidida por el Santo Padre, que podría ser el 21 noviembre, Jornada Mundial «Pro orantibus». Seguirá, siempre en noviembre, una asamblea plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con el tema: «El novum en la vida consagrada a partir del Vaticano II».
Diversos encuentros internacionales están programados en Roma entre los cuales, el de los jóvenes religiosos y religiosas, novicios, personas que han profesado desde hace menos de diez años, sean temporales o perpetuos; el de los formadores y formadoras; un congreso internacional de teología de la vida consagrada dedicado a «Renovación de la vida consagrada a la luz del Concilio y perspectivas de futuro; una exposición internacional sobre «La vida consagrada, evangelio en la historia humana».
Los días 8 y 9 de marzo, respondiendo a los deseos del Papa, el Antonianum de Roma será sede del simposio sobre la gestión de bienes patrimoniales y económicos por parte de los religiosos, lo cuales no serán imposiciones pero recomendaciones para seguir. Para las religiosas contemplativas habrá una serie de iniciativas acordes con su forma de vida, entre ellas una «Cadena mundial de oración entre los monasterios».
Para la conclusión del 'Año de la Vida Consagrada' se prevé otra concelebración presidida por el Santo Padre, probablemente el 21 de noviembre de 2015.
Entre los documentos que el dicasterio está preparando, siguiendo las indicaciones del papa Francisco, figuran: la revisión del documento «Mutuae relationes» sobre las relaciones entre los obispos y los religiosos en la Iglesia; la actualización de la instrucción «Verbi Sponsa» que trata de la autonomía y de la clausura de las religiosas enteramente contemplativas; un documento sobre la vida y la misión de los religiosos; otro sobre la gestión de bienes por parte de los consagrados y por último que el Santo Padre dé una nueva constitución apostólica sobre la vida contemplativa en lugar de la actual «Sponsa Christi», promulgada por Pío XII en 1950».