(Efe/InfoCatólica) Según el anteproyecto de reforma de la ley del aborto, dos psiquiatras deberán informar de que seguir con el embarazo puede ocasionar consecuencias permanentes en la salud mental de la madre y, por tanto, estaría justificado acabar con la vida del ser humano no nacido.
En un comunicado, la sociedad que agrupa a los psiquiatras de Catalunya advierten que con la reforma «ya no es la madre la que decide, sino el facultativo, que, por tanto, deberá asumir la responsabilidad penal».
«Nuestra intervención -añaden- ya no irá tan encaminada a ayudar a la madre a aliviar su malestar emocional, sino fundamentalmente a quitarle la responsabilidad de la decisión».
Consecuencias psicopatológicas
Según el proyecto de reforma, los psiquiatras que hagan los informes deberán poder certificar que, en caso contrario, la madre podría sufrir consecuencias psicopatológicas permanentes. Sin embargo, los psiquiatras advierten que, a pesar de los grandes avances de la psiquiatría en los últimos años, «la evidencia científica y los conocimientos actuales en el campo de la salud mental no nos permiten prever de forma segura si un determinado estado psicopatológico se mantendrá inalterado de forma permanente».
«Además, en algunos casos algunos psiquiatras podrían sentirse presionados a tener que emitir diagnóstico de enfermedad mental para poder realizar la interrupción del embarazo», auguran estos profesionales.
La Sociedad Catalana de Psiquiatría también advierte de que si se justifica el aborto por las alteraciones psiquiátricas permanentes que podría sufrir la embarazada, «esto también podría ser un motivo de poner en duda las capacidades mentales para asumir otras responsabilidades, como la custodia de otros hijos, y otros». «Además, esto podría provocar la estigmatización y la discriminación de la madre que ha sido sometida a la interrupción», concluyen los psiquiatras catalanes.