(LV12/InfoCatólica) Zimerman, amigo personal del Papa Francisco, participó en varias ocasiones en este evento. «Ir a la catedral es un ejercicio que hago hace muchos años. La única diferencia es que el acto en vez de presidirlo el arzobispo de Buenos Aires anterior, Jorge Bergoglio, en este momento lo condujo el cardenal Poli», relató, aunque Mons. Poli todavía no ha sido creado cardenal
«Nuestros hermanos hebreos» Así mencionó el prelado públicamente la presencia de los representantes de la comunidad.
«Nosotros saludamos a todas las distintas confesiones y lo novedoso fue que durante la liturgia católica hay un momento que se llama ‘el saludo de la Paz’ y en ese instante el arzobispo de Buenos Aires bajó, nos vino a saludar y a darnos la mano a las tres personas de la comunidad que estábamos, cuando todavía no había terminado la ceremonia», contó Zimerman.
Por su parte, Reisman expresó que «este acto es importante para todo el mundo. Participar de una jornada por la Paz es algo que se debería hacer bastante más seguido, porque es un producto que está faltando».
«Tienen el mismo pensamiento que nosotros»
«Creo que es importante participar, estar cerca de nuestros pares que practican otras religiones, pero que a fin de cuestas tienen el mismo pensamiento que nosotros», resaltó el vicepresidente 2º de la AMIA.
Además, manifestó que se sintió «realmente muy bien» durante la Misa y calificó al diálogo Mons. Poli como «lindo y satisfactorio».
En cuanto terminó la ceremonia se acercó a saludarlos el Nuncio apostólico en Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, y Mons. Joaquín Sucunza, obispo auxiliar y vicario General de la Archidiócesis de Buenos Aires.