(HO/InfoCatólica) Sin embargo, la madre ha tenido serias secuelas psicológicas tras las presiones a las que fue sometida por varios facultativos de la sanidad valenciana que la propusieron el aborto y la denegaron segundas pruebas diagnósticas.
La Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) ha interpuesto una querella contra la Agencia Valenciana de Salud y dos de sus facultativos por coacciones y lesiones.
La historia de una pruebas delatoras, con un final feliz gracias a una madre coraje
A la hija de doña S. B. la detectan un supuesto problema cromosómico grave cuando tenía 20 semanas de gestación, por lo que los médicos indican a la madre que es probable que el bebé tenga graves problemas ‘incompatibles con la vida’, muera nada más nacer o tenga autismo y/o retraso mental, pues el bebé es una «bomba de relojería».
Ante la noticia, doña S. B. solicita una segunda opinión y nuevas pruebas, que le son denegadas reiteradamente.
Sin embargo, la madre se decide por no ceder a las presiones y se practica nuevas pruebas, sufragándolas ella misma. Entonces se descubre que la bebé está sana y que existía un grave error de diagnóstico de los hospitales valencianos que la habían atendido.
A día de hoy la niña está totalmente sana. Se ha esperado hasta un año y cinco meses para que quedase plenamente demostrada la perfecta salud de la niña tras los diagnósticos erróneos de la Agencia Valenciana de Salud.
Según Polonia Castellanos, presidenta de la AEAC «La Agencia Valenciana de Salud, que debería velar y priorizar el derecho a la vida, ha mostrado un claro desprecio por la vida, y una falta absoluta de profesionalidad, errando en un diagnóstico, poniendo en peligro la vida de una madre y de su hija y eludiendo reparar su error denegando una segunda opinión médica» ha manifestado «si no llega a ser por la valentía e insistencia de esta madre, se podría haber matado a su hija», y añade «esto demuestra que el riesgo de daño psicológico real lo provoca el aborto y no tener a los hijos».