(La Nación/InfoCatólica) Mons. Lozano, en un artículo publicado en La Nación, había cuestionado los niveles de corrupción. «Es cuestionable la acción de robar, saquear y destruir. Pero también es cuestionable, y tal vez con más fuerza, el vandalismo de los ricos y el saqueo de los corruptos», señaló el obispo de Gualeguaychú, quien ayer volvió a denunciar los «saqueos de tipo moral» y la «percepción volátil sobre la corrupción» que existe en la sociedad. Ayer, en diálogo con Radio El Mundo, Lozano advirtió que «la sociedad no tiene una postura firme contra ese tipo de delitos y termina justificando otros también».
Debate sobre la corrupción empresarial
En tanto, Capitanich replicó: «Muchas veces el discurso facilista excluye la ética empresarial y solamente castiga la ética política».
«Me parecen interesantes los comentarios que han surgido desde la Pastoral Social respecto de los fracasos de las políticas de la inclusión social, la corrupción política y los saqueos. Como católico practicante, le pido a la santa Iglesia Católica que pongamos en debate la corrupción empresarial», advirtió.
El contrapunto sobre los saqueos y la corrupción fue el primer enfrentamiento entre la Iglesia y el Gobierno desde la última derrota electoral del kirchnerismo y la asunción de Capitanich.
En noviembre último, la Iglesia había advertido en un duro documento sobre la complicidad del Estado en el avance de las drogas y el narcotráfico, así como la virtual acefalía de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). La respuesta oficial fue el nombramiento del sacerdote Juan Carlos Molina, amigo de la familia Kirchner, al frente del organismo.
La respuesta de Capitanich se dio en vísperas de la convocatoria de la Iglesia a firmar un compromiso para la implementación de políticas públicas sobre el consumo de drogas y la lucha contra el narcotráfico.