(EP/InfoCatólica) En este sentido, el director general de la fundación, Jaime Lanaspa, ha indicado que la «brecha» entre las aspiraciones familiares mayoritarias de los españoles y la realidad de las parejas, que produce «frustración», podría tener sus causas en la falta de igualdad entre hombres y mujeres tanto a nivel social como familiar y laboral.
Además, ha advertido de que la baja tasa de fecundidad de las mujeres españolas puede conducir al país hacia una «inversión» de la pirámide de población que llevaría a que fuera «difícilmente sostenible».
Tres de cada diez niños son hijos únicos
La autora de uno de los capítulos del estudio e investigadora del CSIC, Teresa Castro, ha señalado la diferencia de España frente a otros países, donde hay un porcentaje alto de mujeres que no desean tener hijos, y ha explicado que la dificultad en el país radica en que «casi todas las parejas tienen un hijo pero muy pocas tienen un segundo o un tercero». De hecho, ha indicado que, en la actualidad, «tres de cada diez niños en España crecen sin hermanos».
Por otra parte, Castro ha explicado también que, a diferencia de otros países en que la inmigración supone un impulso a la natalidad, la procedencia de los principales grupos de inmigración en España (países del Este de Europa y de Sudamérica) hace que en el país no se experimente este fenómeno, dado que la natalidad de los países de origen es ligeramente inferior en el caso de los primeros y ligeramente superior en el caso de quienes vienen de Sudamérica, que no alcanzan tampoco la tasa de reemplazo.