(La Opinión/InfoCatólica) Hace unas semanas, un grupo de más de 100 egresados de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia se reunió en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero con el ánimo de crear una red de exalumnos en la región que les permita, no solo vincularse nuevamente con su universidad, sino llevar a cabo diferentes actividades académicas y sociales.
En diálogo con La Opinión, el padre Múnera habló de los retos que tendrá el grupo de egresados javerianos que nació en Cúcuta, el estado actual de la universidad, la polémica en torno a la cancelación del Ciclo Rosa y la escasez de vocaciones por la que atraviesa la Iglesia católica.
¿Cuál es el motivo de su visita a la ciudad?
Vine acompañado del padre Eduardo Valencia, encargado de los egresados de la Pontificia Universidad Javeriana, para mostrarles una apuesta que viene haciendo la universidad con el fin de que sus egresados regresen a ella (Proyecto Regresa) a través de una red que los vincule a todos y pueda canalizar esa fuerza poderosa de tantos miles de exalumnos que ha dejado la universidad a lo largo de los 83 años de historia en el país.
Suele pasar que los estudiantes se gradúan y no vuelven a la universidad…
Sí. Hemos encontrado que muchos de nuestros egresados se desvinculan de la universidad porque viven muy centrados en sus actividades en sus propias regiones. Es muy difícil que ellos vuelvan a la universidad físicamente. Sin embargo, la universidad sí puede venir a ellos y para eso estamos aquí. Queremos que esta red tome impulso a través de proyectos concretos de formación con el área de educación continua de la universidad y en un futuro no muy lejano brindar la posibilidad de estudiar carreras y posgrados a través de plataformas virtuales.
¿Qué otras iniciativas apoyará la universidad con esta red de egresados?
También buscamos apoyar iniciativas sociales como la construcción de centros educativos, entre otras, siempre y cuando estas surjan desde los mismos grupos de egresados.
¿Cómo está actualmente la Javeriana?
En estos momentos la universidad está catalogada como una de las 3 mejores del país, junto a la Universidad Nacional y la Universidad de Los Andes. Además, la Javeriana fue la primera universidad de Colombia en lograr la acreditación total de todos sus programas académicos.
No es fácil mantener ese nivel…
No, para nada. Tenemos en estos momentos más de 3.000 profesores, cerca de 25.000 estudiantes presenciales en la sede de Bogotá y más de 6.000 en la sede de Cali, que nos exigen todos los días ofrecer una educación de calidad. Por esto, nuestra apuesta es por tener cada vez más profesores con doctorados y maestrías.
¿Y en materia de investigación?
Recientemente la universidad creó una vicerrectoría para la investigación que trabaja a través de institutos especializados, entre los cuales se encuentra el que yo dirijo que es el Instituto Pensar y que está siempre presente en el análisis y la discusión de los grandes problemas de la sociedad, la economía, la cultura, la violencia, la pobreza, la inequidad, la intolerancia, la discriminación, entre muchos otros.
Críticas a la actuación de Roma
Pasando a otro tema, ¿qué fue lo que pasó con el Ciclo Rosa?
La cancelación del Ciclo Rosa fue una orden perentoria que llegó de Roma a través del nuncio apostólico en Colombia, Ettore Balestrero, violando todos los derechos de autonomía de la Universidad Javeriana para manejar sus asuntos académicos.
¿Hubo presiones para que se tomara esta decisión?
Sí, esa decisión obedeció a presiones de algunos grupos de extrema derecha que dijeron que ese tipo de eventos no se podían llevar a cabo en una universidad católica, desconociendo que es precisamente en una universidad de este tipo donde se deben debatir todos los temas que atañen a la sociedad, siendo este uno de los más importantes en la actualidad.
¿Confundieron la finalidad del evento?
Los que presionaron, al parecer, no saben de qué se trata. El Ciclo Rosa es un evento netamente académico donde se estudian con especialistas temas referentes a la comunidad LGBTI. Tenemos un libro que está a punto de ser publicado en el que se recogen las ponencias que se han presentado durante los últimos 10 años. Este tema es importante debatirlo y estudiarlo en la Javeriana porque al interior de esta comunidad se dan fenómenos de discriminación y violación de derechos humanos que son objeto de la universidad como católica que se basa en el Evangelio, que es precisamente el que enseña a respetar la dignidad humana y a no discriminar a nadie.
¿Qué viene ahora?
Nosotros acudimos a las instancias romanas para que se respete nuestro derecho de autonomía universitaria y estamos a la espera de que se pronuncien sobre la forma como se violaron nuestros derechos universitarios, a pesar de que nosotros presentamos las objeciones a la forma como una autoridad que ni siquiera es eclesiástica (nuncio apostólico) intervino por encima del cardenal primado de Colombia, Rubén Salazar Gómez.
Entonces, ¿vuelve el evento a la universidad?
Sí, el Ciclo Rosa volverá a la Javeriana si se obra en justicia, que es lo que uno espera que pase en una situación como esta donde las partes intervinientes pertenecen a la Iglesia católica.
Hablando de la Iglesia, ¿hay una crisis de vocaciones en la Compañía de Jesús?
No solo en la Compañía, esa es una realidad que está golpeando a todas las comunidades religiosas. Las vocaciones están disminuyendo en Colombia y el mundo, entre otras razones, por un fenómeno demográfico. Las familias ahora solo tienen un hijo, máximo dos; inclusive, algunas parejas están optando por no tener hijos, lo que hace muy difícil que alguno de estos se decida por la opción sacerdotal.
Y ante esto, ¿qué están haciendo ustedes?
La Compañía de Jesús está buscando que los laicos desempeñen las mismas funciones que los jesuitas realizan actualmente, exceptuando, como es obvio, la celebración de la eucaristía y la confesión. Será ellos, los laicos, los que en algún momento deben tomar las banderas de nuestras obras y conducirlas por el mejor de los caminos posibles.