(Fides) El viceministro turco reiteró que a su manera de ver, el antiguo lugar de culto –la basílica bizantina de Santa Sofía, convertida en mezquita en 1453 y luego en un museo por Kemal Ataturk en 1935– «hoy se ve triste, pero en breve volveremos a verla alegre, cuando vuelva a recoger las oraciones de los musulmanes».
Según Arinç, el uso de los lugares de culto para otros fines ha sido prohibido por varias leyes. El Parlamento turco, en los últimos meses, se ha comprometido a tener en cuenta las diferentes solicitudes presentadas para la remodelación del museo en la mezquita de Ayasofya en Estambul.
Bülent Arinc no es una figura marginal de la escena política turca. En los últimos meses, se ha destacado como interlocutor de los grupos que han animado las protestas populares provocadas por la historia de Gezi Park. Hace unos días dijo que quería abandonar la política tan pronto como le fuese posible, después de haber expresado su desacuerdo ante la decisión del primer ministro Erdogan, que había ordenado al gobernador de la provincia de Adana intervenir para evitar la convivencia entre hombres y mujeres en los apartamentos de los universitarios fuera de la sede.
«Arinç –explica a Fides Emre Oktem, profesor de Derecho Internacional en el Galatasaray Universitesi– es un islamista convencido, tradicional y popular. Está vinculado al movimiento de Fethullah Gülen, el pensador que reside en los Estados Unidos y que apoya una visión del Islam no extremista y mantiene relaciones con los Judios y los cristianos, a partir de los católicos