(InfoCatólica) Mons. Martínez Camino aseguró que lo hacen no porque pretendan meterse en política, sino por tratarse de un asunto "con implicaciones morales en la que está en juego el bien común, la paz y la convivencia". «Aquí hay implicaciones morales. No es lo mismo desde el punto de vista moral actuar de una manera o de otra. Solo a este marco se refiere los pronunciamientos de la Conferencia Episcopal».
El prelado recordó que «los obispos han declarado que la unidad, la convivencia, la historia de España es un bien que hay que tratar con responsabilidad moral». El secretario general de la CEE estaba haciendo referencia al contenido de la instrucción pastoral de 2006.
Entonces los obispos españoles afirmaron: «La Iglesia reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretendan modificar la unidad política de España. Pero enseña también que, en este caso, como en cualquier otro, las propuestas nacionalistas deben ser justificadas con referencia al bien común de toda la población directa o indirectamente afectada. Todos tenemos que hacernos las siguientes preguntas. (...) Es un bien importante poder ser simultáneamente ciudadano, en igualdad de derechos, en cualquier territorio o en cualquier ciudad del actual Estado español. ¿Sería justo reducir o suprimir estos bienes y derechos sin que pudiéramos opinar y expresarnos todos los afectados?».
En la previa instrucción pastoral, de 2002, los obispos reunidos en Asamblea Plenaria aprobron un texto en el que se advertía que «poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las graves consecuencias que esta negación podría acarrear no sería prudente ni moralmente aceptable. Pretender unilateralmente alterar este ordenamiento jurídico en función de una determinada voluntad de poder local o de cualquier otro tipo, es inadmisible».