(EP/InfoCatólica) Los obispos de Huesca y Barbastro-Monzón «han actuado en conformidad con la obligación que les incumbe de velar para que la naturaleza de los bienes sagrados, objeto de este enojoso litigio, no se desvirtúe a causa de una transferencia de la propiedad dominical de los mismos, que haría difícil o tal vez imposible en el futuro el cumplimiento de la finalidad que les dio origen», han considerado sus hermanos en el episcopado en un comunicado.
Han señalado también que una vez examinado el contenido de la petición formulada por la Diputación General de Aragón, el recurso a la vía judicial, para el que se solicita la transferencia de la posesión dominical, «no es la vía adecuada para obtener la entrega de dichos bienes, ya que comporta un grave riesgo de que el pleito se dilate durante muchos años, sin que mientras tanto puedan tener efecto otras vías».
«Entendemos que, habiéndose acreditado la propiedad de dichos bienes tanto canónica como civilmente, mediante las sentencias judiciales de todos conocidas, es preciso urgir a los correspondientes poderes del estado español y de la Santa Sede para que encuentren el camino de llevar a cumplimiento lo que ya ha sido sancionado en sede judicial».
Pedirán de nuevo la intervención de la Santa Sede
Los obispos aragoneses han anunciado que van a proseguir las actuaciones ante la Santa Sede, que quedaron interrumpidas por la dimisión del papa Benedicto XVI en el pasado mes de febrero. Los obispos de la diócesis de Aragón han apuntado que: «Recordamos a nuestro hermano el obispo de Lérida que ya es tiempo de llevar a cumplimiento la sentencia del supremo tribunal de la Signatura Apostólica, que le manda entregar los bienes, y a nuestros hermanos en el episcopado de las diócesis catalanas que apoyen ante las autoridades civiles las gestiones de dicho obispo para que pueda cumplir la obligación que le incumbe».
Además han calificado de «injustas y desmedidas» las críticas que diversos sectores de la sociedad aragonesa han vertido contra los obispos de Huesca y Barbastro-Monzón por este asunto, sin haber valorado cuál es la responsabilidad del obispo para con las parroquias y comunidades que les han sido encomendadas, cuáles son las vías más adecuadas para el retorno de esos bienes y cuántos han sido los esfuerzos realizados por estos obispos para la solución del litigio.