(Agencias/InfoCatólica) El Consejo de Europa, en su resolución, instaba a los países a «iniciar un debate público, incluido el diálogo intercultural e interreligioso, encaminado a alcanzar un amplio consenso sobre los derechos del niño a la protección contra violaciones de la integridad física, de acuerdo con las normas de Derechos Humanos» y de «adoptar disposiciones jurídicas específicas para garantizar que ciertas operaciones y prácticas no se lleven a cabo antes de que un niño sea lo suficientemente mayor como para ser consultado».
El Consejo debatió y aprobó la resolución sobre la base de un informe de la Comisión de Asuntos Sociales, Salud y Desarrollo Sostenible liderado por la alemana Rupprecht. La resolución fue aprobada por una votación de 78 a favor y 13 en contra, con 15 abstenciones.
En ella, se pide a los Estados que «definan con claridad las condiciones médicas, sanitarias y de otra índole que han de garantizar las prácticas como la circuncisión no médicamente justificadas de los niños pequeños».
Las prácticas cubiertas por la resolución incluyen la mutilación de genitales femeninos, la circuncisión de los varones jóvenes por motivos religiosos, las primeras intervenciones médicas infantiles en el caso de los niños intersexuales, los castigos corporales y la sumisión o la coerción de los niños con piercings, tatuajes o la cirugía plástica.
Israel denuncia que es racismo
No se ha hecho esperar demasiado la reacción de Israel, que a través del ministerio de exteriores, ha expresado su estupor ante lo que considera un «ataque intolerable» a las tradiciones religiosas, advirtiendo además que la norma promueve «el odio y las tendencias racistas».
En un comunicado, el departamento de Exteriores instó al Consejo de Europa a «revocar inmediatamente» esa resolución antes de destacar que la circuncisión de los niños varones es «una antigua tradición religiosa del judaísmo y el islam«, además de «algo habitual también en algunos círculos cristianos».
No es comparable a la ablación del clítoris
«Cualquier comparación de esta tradición con la práctica bárbara y censurable de la mutilación genital femenina supone una terrible ignorancia, en el mejor de los casos, o difamación y odio antirreligioso, en el peor», aseveró.
Según el Ministerio israelí de Exteriores, los argumentos que aseguran que la circuncisión daña la salud y el cuerpo de los niños «son falsos» y «no se basan en evidencia científica alguna». Por el contrario -añade- un documento oficial de la Academia Americana de Pediatría publicado en agosto de 2012 muestra los beneficios que para la salud conlleva la circuncisión de los varones recién nacidos.
El departamento israelí afirma que la resolución del Consejo de Europa «constituye por ello un intolerable ataque, tanto a la respetable y antigua tradición religiosa que está en la base de la cultura europea, como a la ciencia médica moderna y sus hallazgos».