(HO/InfoCatólica) Testigos del lugar relataron que la mujer de esta semana sufría grandes temblores mientras era introducida hacia la ambulancia.
Reginald Sharpe es el médico abortista, de largo y sórdido historial de muerte, que estaba ese día practicando abortos en el centro de Detroit. Sharpe es conocido por matar a una mujer de 26 años en enero de 2008 durante el proceso del aborto del hijo no nacido que se encontraba en el segundo trimestre de gestación. El informe detalló que la muerte de la mujer se produjo porque Sharpe perforó su útero, «le cortó un vaso sanguíneo uterino y laceró sus intestinos e hígado». La mujer murió ocho días más tarde.
En marzo de este año, Sharpe cerró dos abortorios y se declaró en bancarrota con el fin de eludir el pago que le impusieron por al menos cinco casos de mala praxis, incluida la muerte de esa mujer en 2008. También en marzo de este año, Sharpe estaba perpetrando un aborto cuando una mujer tuvo que ser socorrida igualmente de urgencia y llevada al hospital.
Lynn Mills de la iniciativa provida ‘Operación Rescate’, que trata de rescatar a las mujeres y a sus hijos del aborto a las puertas de los centros abortistas, anima a los voluntarios a llevar consigo cámaras de fotos para mostrar los perjuicios que se quieren ocultar en la práctica que ocasiona la muerte de los bebés en el seno materno. «Es escandaloso que a un hombre como Sharpe se le permita seguir practicando la medicina. Ha sido un desastre para la salud pública», dijo Cheryl Sullenger, asesor de Operación Rescate.